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Quitan subsidios y aumentan la luz y el gas

El gobierno de Javier Milei confirmó la eliminación de subsidios en las tarifas de electricidad y gas, afectando tanto a los sectores de ingresos bajos como a los de ingresos medios. Además, se aplicará un nuevo incremento en las facturas a partir de febrero, en el marco de una política de ajuste que prioriza la reducción del gasto estatal.

La medida fue oficializada por la secretaría de Energía del ministerio de Economía, a través del Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) y el Ente Nacional Regulador del Gas (ENARGAS). En un contexto de cortes de energía que han afectado a miles de usuarios en el conurbano bonaerense y la Ciudad de Buenos Aires, la cartera energética justificó los aumentos como parte de un plan para garantizar un suministro estable y sustentable. Según el comunicado oficial, «la actualización tarifaria busca evitar el desabastecimiento y asegurar la sostenibilidad del sistema energético».

Los nuevos valores reflejarán un incremento del 1,6% en el gas natural y del 1,5% en la electricidad, ubicándose por debajo de la inflación mensual proyectada en torno al 2%. No obstante, la reducción de subsidios impactará directamente en el bolsillo de los consumidores, especialmente en los sectores más vulnerables, que deberán afrontar mayores costos en sus facturas.

En paralelo, la secretaría de Energía dispuso la modificación del esquema de bonificaciones en las tarifas de generación mayorista tanto para la electricidad como para el gas. A partir de ahora, los subsidios serán unificados, aunque se mantendrá la diferenciación entre los sectores de ingresos bajos y medios.

La decisión se toma en un contexto en el que Argentina registra cifras récord de exportación de petróleo y gas. Sin embargo, mientras el sector energético expande sus ganancias, el gobierno avanzó en la desregulación del precio de la garrafa de gas, que sufrirá aumentos del 20 al 30%. Dado que gran parte de la población depende de este recurso para cocinar y calefaccionarse, la medida suma otra presión sobre los hogares de menores ingresos.

En definitiva, la mayor producción energética del país parece estar beneficiando principalmente a las grandes empresas del sector, mientras que los usuarios enfrentan costos crecientes y una reducción en los subsidios que hasta ahora aliviaban el impacto de las tarifas en su economía cotidiana.

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