Cae la inflación pero el salario sigue estancado
La última medición de mayo trajo una sorpresa estadística: con una inflación de apenas 1,5 %, el costo de vida desaceleró al ritmo más lento en más de un año. Sin embargo, esa merma en el alza de precios no logró impulsar el poder de compra de los trabajadores registrados, que permaneció estancado en niveles similares a los de principios de 2023.
Detrás de esta parálisis salarial se esconde un estricto “techo” impuesto por el Gobierno: todos los convenios acordados en mayo se ajustaron a la pauta oficial, que oscila entre el 1 % y el 1,5 %, según el informe de C‑P Consultores a cargo de Federico Pastrana. Cualquier pretensión de elevar las subas por encima de esos porcentajes se topa con trabas en la homologación, como ya experimentaron algunos sindicatos de gran caudal de afiliados.
En paralelo, el empleo formal no da señales de recuperación: en marzo, el número de asalariados registrados cayó un 3,4 % interanual. El sector privado perdió 7.000 puestos ese mes—con la industria a la cabeza, destruyendo 4.000 empleos—y, desde agosto de 2023, acumula 155.000 posiciones formales menos. Además, la tasa de desocupación subió al 7,9 % en el primer trimestre de 2025, la más alta desde el inicio de la actual gestión.
La dinámica de los acuerdos salariales revela otro rasgo preocupante: predominan las sumas fijas no remunerativas, diseñadas para eludir recomposiciones que perduren en el tiempo. “Las recuperaciones fueron esporádicas y de corto alcance”, advierte el estudio de C‑P Consultores, que destaca cómo esta mecánica profundiza la pérdida estructural del poder adquisitivo.
En el sector público, la merma real fue algo menor: los sueldos bajaron un 0,4 % en términos reales durante marzo, pero aún se sitúan un 15 % por debajo de los valores de hace un año. De este modo, la brecha con los precios al consumidor continúa ampliándose.
Al mismo tiempo, la informalidad gana terreno: mientras desaparecen asalariados formales, crece el empleo independiente y no registrado, sin los beneficios de estabilidad laboral, obra social ni aportes jubilatorios. Esta tendencia limita aún más cualquier prospecto de recuperación sostenida del ingreso familiar.
Con el segundo semestre en marcha, las perspectivas no muestran un cambio de rumbo. Para C‑P Consultores, sin flexibilizar el techo paritario y sin reactivar la generación de empleo de calidad, el salario real seguirá planchado. Incluso el gobernador Axel Kicillof advirtió que las próximas elecciones definirán el nivel de derechos de los bonaerenses, dejando en claro que el destino del poder adquisitivo estará atado al resultado político.