Caen las ventas en los supermercados
El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) difundió esta semana datos que ponen en tensión el bolsillo de las familias argentinas: la canasta mínima para la manutención de los niños y niñas arrancó en mayo con un valor de 410.587 pesos para bebés menores de un año y trepó hasta los 516.113 pesos en el caso de los chicos de 6 a 12 años. En promedio, ese paquete de bienes, alimentos y servicios esenciales para la primera infancia se encareció un 25 % en un año, según el propio organismo oficial.
En paralelo, el organismo dio a conocer su último reporte sobre ventas en supermercados mayoristas y minoristas, donde se advierte una caída del 3 % interanual en el conjunto de las operaciones comerciales. En concreto, los despachos al por mayor se redujeron un 2,9 % frente a abril de 2024, y el índice desestacionalizado de abril de 2025 mostró un retroceso del 3,2 % en relación al mes previo. Además, el indicador de ciclo marcó una baja de 0,3 % intermensual.
Por su parte, las góndolas minoristas apenas lograron un incremento del 0,5 % respecto de marzo-abril, lo que de todos modos implica una contracción mensual del 1,4 % si se compara con el ritmo de los meses anteriores. Esa dinámica revela las dificultades de las familias para planificar sus compras y, al mismo tiempo, expone la presión al alza sobre los precios de los productos básicos.
El conjunto de estas cifras –la desaceleración en el nivel de ventas y el fuerte ajuste en el costo de la canasta infantil– refuerza la percepción de un contexto de “desguace económico”, término utilizado por analistas para describir el deterioro del poder adquisitivo en un entorno de elevada inflación y estrechez de la demanda. Mientras el Gobierno proclama una baja en algunos indicadores de pobreza e inflación, la realidad cotidiana muestra que cada vez resulta más complejo sostener los gastos esenciales del hogar.