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Gestión Milei: precarización laboral y fragmentación salarial

En el contexto actual, más de 250.000 empleos formales se han perdido como consecuencia del modelo económico basado en el desguace y la primarización. Este fenómeno no solo ha destruido trabajos registrados, sino que ha generado un crecimiento significativo del empleo informal. Además, el año que termina se ha caracterizado por un aumento histórico de la desigualdad en los incrementos salariales entre los diversos sectores productivos.

Las cifras revelan un panorama preocupante: el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) informó que durante los primeros nueve meses del gobierno actual se destruyeron 254.764 empleos en relación de dependencia, mientras que los monotributistas y autónomos crecieron en 284.390. Esto implica una transformación de facto del mercado laboral, con menos empleo registrado y un auge del trabajo precario.

Del total de empleos perdidos, 146.962 correspondían al sector privado, mientras que 80.698 pertenecían al sector público y otros regímenes como los municipales y provinciales. Los restantes 27.104 eran mayoritariamente empleados estatales. Estos datos reflejan cómo el modelo económico vigente refuerza la dependencia del país al limitar su producción a la explotación de recursos naturales, como el litio, el cobre, el gas, el petróleo y los granos, a costa de desmantelar la industria nacional y, con ello, el empleo formal.

Condiciones laborales deterioradas

Los trabajadores que han logrado conservar sus empleos formales enfrentan condiciones laborales cada vez más desfavorables. Un informe de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) detalla que, a pesar de los discursos oficiales sobre la lucha contra la inflación, los salarios reales continúan perdiendo poder adquisitivo. Además, las disparidades entre los aumentos salariales alcanzados por las distintas ramas de actividad son cada vez mayores.

En 2024, según el relevamiento de la CTA, se registró la mayor brecha en las paritarias del sector privado. Mientras algunos gremios lograron incrementos que superaron la inflación, otros apenas igualaron los índices inflacionarios, y muchos sufrieron caídas importantes. Por ejemplo:

Trabajadores judiciales, empleados textiles, de comercio, construcción y personal de casas particulares vieron reducciones salariales de entre el 23,7% y el 5,3%, frente a una inflación acumulada del 166% entre noviembre de 2023 y el mismo mes de 2024.

Sectores como camioneros, mecánicos, metalúrgicos y la industria del cuero lograron ajustes salariales que igualaron la inflación.

Gremios como aceiteros, bancarios y trabajadores de carga y descarga consiguieron incrementos reales de entre el 16,6% y el 6,1%.

Por su parte, los empleados estatales, tanto nacionales como provinciales y municipales, sufrieron una disminución salarial real de entre el 20% y el 15%, mientras que el salario mínimo acumuló una pérdida del 30,1% en términos reales.

Una estrategia económica que profundiza desigualdades

Este modelo económico no solo afecta a los trabajadores mediante la pérdida de empleos y la precarización laboral, sino que también refuerza las desigualdades salariales dentro de la clase trabajadora. La estrategia parece apuntar a debilitar la organización colectiva, favoreciendo a unos pocos sectores bien pagos para mantenerlos al margen de las luchas por mejores condiciones laborales.

El informe también destaca que el aumento desigual de precios, particularmente en productos de primera necesidad, constituye un mecanismo adicional para fracturar la unidad de la clase trabajadora. Este enfoque favorece a los grandes monopolios económicos, que se benefician de un modelo extractivista y dependiente.

Ante este panorama, surge la urgencia de superar las luchas individuales y reivindicativas para construir una estrategia colectiva que enfrente a los grupos económicos que saquean los recursos del país. Sin una acción organizada que promueva un modelo de desarrollo inclusivo, las desigualdades seguirán profundizándose, limitando las oportunidades de una vida digna para la mayoría de los trabajadores.

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