El terror se apodera del Cine York de Olivos
El Cine York (Juan Bautista Alberdi 895) ofrece en octubre un festival gratuito que recorrerá a los grandes nombres y títulos que definieron el cine de terror: de Alfred Hitchcock a Dario Argento, pasando por Stanley Kubrick, Wes Craven, Robert Siodmak y los monstruos clásicos de Universal. La entrada es gratuita por orden de llegada; la programación incluye funciones dobles y una proyección en 35 mm. A continuación, una guía con datos y claves para acercarse a cada película programada.
MIÉRCOLES 22/10 — Psicosis (Psycho) — Alfred Hitchcock (EE.UU., 1960) — 109’ — +16
Ficha rápida: Dir.: Alfred Hitchcock. Guion: Joseph Stefano, basado en la novela de Robert Bloch. Int.: Janet Leigh, Anthony Perkins, Vera Miles. Duración: 109 minutos. El filme que recortó los bordes del cine de suspenso clásico y reescribió las reglas del giro final. Psicosis combina la economía narrativa con una puesta en escena asfixiante —la famosa secuencia de la ducha sigue siendo un ejemplo de montaje, música (Bernard Herrmann) y sonido como recursos de terror psicológico—. Janet Leigh encarna la primera de una serie de víctimas cuyo destino redefine las expectativas del espectador; Anthony Perkins construye un personaje ambiguo que perdura en la memoria colectiva del cine de horror.
Funciones: 18:00 y 20:30 (entrada gratuita por orden de llegada).
JUEVES 23/10 (18:00) — La novia de Frankenstein (The Bride of Frankenstein) — James Whale (EE.UU., 1935) — 75’ — ATP
Ficha rápida: Dir.: James Whale. Int.: Boris Karloff (El monstruo), Colin Clive. Duración: 75 minutos. Clásico de Universal que profundiza la fábula gótica iniciada en Frankenstein (1931). Considerada por críticos y públicos como uno de los grandes logros estéticos del ciclo de monstruos de Universal, la película amplía el tono trágico y la ironía de la primera entrega y aporta secuencias memorables —y una estética expresionista— que influenciaron la imaginería del horror moderno. La actuación de Karloff y la dirección de Whale consolidan la criatura como símbolo cinematográfico.
JUEVES 23/10 (20:30) — Pesadilla en Elm Street (A Nightmare on Elm Street) — Wes Craven (EE.UU., 1984) — 91’ — +18
Ficha rápida: Dir.: Wes Craven. Int.: Heather Langenkamp, Robert Englund (Freddy Krueger), Johnny Depp (debuta en cine). Duración: 91 minutos. Un hito del slasher moderno que mezcla lo onírico y lo grotesco: Freddy Krueger, asesino en sueños, se transformó en icono pop gracias a la imaginación visual de Craven y al maquillaje/efectos que jugaron con lo surreal. La película inaugura una saga y reconfigura el terror adolescente de los ‘80, a la vez que instala el temor a lo que sucede cuando el cuerpo duerme. La proyección en 35 mm promete otra experiencia sensorial para los nostálgicos del celuloide.
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VIERNES 24/10 (18:00) — Terror en la ópera (Opera / Terror at the Opera) — Dario Argento (Italia, 1987) — 107’ — +18
Ficha rápida: Dir.: Dario Argento. Int.: Cristina Marsillach, Ian Charleson. Duración: ≈107 minutos. Música: Claudio Simonetti / Brian Eno (según versiones/distribuciones). También conocida internacionalmente como Terror at the Opera. Uno de los títulos tardíos de Argento que reúne su gusto por el artificio operístico y el horror estilizado: la ópera —espacio de brillo y teatralidad— se convierte en escenario de violencia y paranoia. Argento juega con la puesta en escena musical y con primeros planos obsesivos; la película resulta una pieza clave para quienes siguen el giallo italiano y la estética del director.
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VIERNES 24/10 (20:30) — Rojo profundo (Profondo Rosso / Deep Red) — Dario Argento (Italia, 1975) — 126’ — +18
Ficha rápida: Dir.: Dario Argento. Int.: David Hemmings, Daria Nicolodi. Duración: 126 minutos. Banda sonora: Goblin / Giorgio Gaslini. Posiblemente la obra maestra del giallo moderno: Rojo profundo combina investigación detectivesca, elementos oníricos y una partitura que tensiona cada escena. Argento afina el misterio y la violencia estilizada, y el film se volvió un referente y punto de llegada para cineastas interesados en el horror sensorial y la puesta en escena musical. La larga duración permite que el director desarrolle atmósferas densas y un entramado de pistas y falsas soluciones.