Jóvenes: entre la desocupación y la informalidad
A un año de la gestión presidencial de Javier Milei, la economía del país se enfrenta a una recesión creciente que afecta especialmente a los jóvenes, quienes encuentran cada vez más barreras para insertarse en el mercado laboral. Esta realidad fue destacada por un informe reciente de Junior Achievement Américas y ManpowerGroup, que expone las dificultades que atraviesa este segmento etario para conseguir empleo en un contexto de precarización y destrucción de fuentes de trabajo formal.
Según el estudio, nueve de cada diez jóvenes reportan obstáculos significativos al buscar empleo, siendo la falta de experiencia la principal traba para el 72%. A esto se suma que siete de cada diez terminan trabajando en áreas que no son de su interés, motivados por urgencias económicas. Además, las condiciones laborales que enfrentan tienden a ser más inestables y con menores ingresos, lo que agrava el acceso a bienes esenciales como la vivienda. En promedio, los jóvenes perciben salarios un 30% inferiores que la población general, con una brecha aún mayor en el caso de las mujeres.
El panorama económico tampoco ofrece alivio: en octubre, un joven necesitó al menos $325.670 para cubrir sus necesidades básicas, cifra que representa un incremento del 190% respecto al año anterior. Este contexto impulsa un aumento alarmante de la pobreza juvenil, que afecta al 62% de esta población, mientras que el 25% vive en condiciones de indigencia, según el Centro de Estudios para la Recuperación Argentina.
En términos demográficos, los jóvenes de entre 14 y 29 años representan cerca del 25% de la población argentina, sumando más de siete millones de personas. Sin embargo, sus tasas de empleo y actividad laboral están entre 10 y 20 puntos por debajo del promedio nacional. Más preocupante aún, seis de cada diez se encuentran desempleados, y uno de cada cuatro jóvenes vive en indigencia, situación que ha empeorado en un 7% solo en los últimos seis meses.
El informe también subraya la precariedad laboral global que afecta a la juventud, con más del 50% empleada en el sector informal. En países de bajos ingresos, tres de cada cuatro jóvenes solo acceden a empleos temporales o por cuenta propia, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
En Argentina, la falta de políticas económicas que prioricen el desarrollo industrial y la ciencia ha generado un escenario adverso para las mayorías. El cierre masivo de pymes —40 por día, según estimaciones— pone de manifiesto que el modelo económico actual responde a intereses de sectores concentrados, relegando la creación de empleo genuino y el progreso de los sectores populares.
Para revertir esta situación y ofrecer un futuro a la juventud, es fundamental implementar un modelo económico soberano que impulse la industria y promueva el desarrollo inclusivo, priorizando a las grandes mayorías sobre los intereses monopólicos.