La «bicicleta financiera» que saquea al país
En el panorama financiero actual, los grandes fondos de inversión continúan obteniendo rentabilidades extraordinarias en Argentina mediante el mecanismo conocido como carry trade. Este esquema permite a los inversores extranjeros adquirir bonos en pesos, beneficiarse de los intereses y luego venderlos para convertir esas ganancias en dólares. En el transcurso de los últimos 11 meses, esta práctica ha generado una rentabilidad del 50% en dólares, según datos recientes.
La administración de Javier Milei ha facilitado estas operaciones con medidas que favorecen la libre movilidad de capitales, un enfoque que sus críticos califican como un guiño directo a los intereses de los grandes conglomerados económicos. Esta estrategia, aunque impulsada como un incentivo a la inversión extranjera, ha provocado una transferencia de recursos hacia sectores concentrados que, en lugar de generar riqueza local, exportan sus ganancias.
El resultado es una paradoja: mientras que índices como el de la Bolsa de Buenos Aires muestran un crecimiento significativo, con acciones como las de Metrogas (+9,4%), Banco Galicia (+4,5%) y Loma Negra (+4,5%) entre las más destacadas, el salario real de los trabajadores experimenta caídas de entre el 30% y el 50% en términos de poder adquisitivo. El salario mínimo, por su parte, apenas cubre la mitad de la canasta básica, y los índices de pobreza superan el 55%.
En el ámbito internacional, los ADRs (acciones argentinas que cotizan en dólares en mercados extranjeros) también registraron subas destacadas, como el caso de Loma Negra (+5,9%) y BBVA (+4,6%). Paralelamente, el riesgo país se redujo a 749 puntos, su nivel más bajo desde 2019, lo que refleja una mayor confianza de los mercados internacionales en las posibilidades de rentabilidad del país.
Sin embargo, el “carry trade” no está exento de riesgos estructurales. El endeudamiento generado por estas operaciones y la constante fuga de capitales que alimenta, podría derivar en tensiones financieras similares a las vividas durante la gestión de Mauricio Macri, cuando una venta masiva de bonos desató una crisis cambiaria.
En este contexto, mientras los mercados celebran las ganancias extraordinarias, la mayoría de los argentinos enfrenta un escenario de creciente desigualdad, donde la riqueza se concentra en pocas manos y la pobreza avanza inexorablemente.
Foto: La izquierda diario