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Para el Papa Francisco el ajuste en la educación es criminal

En una entrevista reciente con la periodista Bernarda Llorente para el canal Orbe 21, el Papa Francisco expresó su profunda preocupación por los ajustes que se están llevando a cabo en el sistema educativo argentino. En sus declaraciones, advirtió que recortar fondos en la educación es una «decisión suicida» para cualquier nación y, además, una medida «criminal».

El pontífice, quien ha sido un ferviente defensor de la educación como un derecho fundamental, subrayó que la oposición popular frente a estos ajustes es una señal positiva. «Incluso los jóvenes están tomando las calles, exigiendo cambios y defendiendo lo que consideran esencial: la educación. Este es un alimento, es el sustento del alma, de la mente y del espíritu«, afirmó.

A lo largo de la conversación, Francisco también cuestionó la tendencia de promover un sistema educativo que excluya a los sectores más pobres. «Es inaceptable que solo los hijos de las élites puedan acceder a la universidad. El pueblo necesita una formación sólida, una cultura universitaria amplia. Un país debe garantizar que sus universidades sean las incubadoras de los futuros líderes y pensadores«, señaló.

El Papa, además, se refirió a la creciente brecha social y económica en la actualidad, comparando la situación con la historia de la Torre de Babel. «El avance tecnológico y científico es impresionante, pero al mismo tiempo, la tendencia hacia la autodestrucción y la falta de solidaridad me hace pensar en la Torre de Babel. ¿No estamos construyendo algo que, al final, se derrumbará debido a nuestros intereses individuales?«, reflexionó.

El Pontífice recordó con afecto su propia experiencia educativa en Argentina, destacando la importancia de la escuela como un espacio de pertenencia y formación. «Para nosotros, la escuela siempre fue algo que no se tocaba, era como un segundo hogar«, comentó, rememorando a su maestra, quien estuvo a su lado hasta los 98 años y a quien el Papa consideraba una figura fundamental en su formación.

Finalmente, Francisco insistió en la importancia de la universidad como un pilar para el futuro de cualquier sociedad. En su visión, las universidades no solo deben ofrecer conocimientos, sino también generar «los nuevos cerebros del futuro«, para lo cual es crucial que el Estado proporcione los recursos necesarios.

El Papa también destacó la importancia de fomentar el amor por la literatura en la formación humana y sacerdotal, sugiriendo que los estudios deben incluir tanto lo local como lo universal, invitando a los jóvenes a enriquecerse con ambas perspectivas.

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