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Resultados preliminares del accidente aéreo en San Fernando

Según el informe, se identificaron fallas en aspectos operativos, técnicos e infraestructurales. El cuerpo de bomberos local detalló que, al momento del incidente, el aeropuerto contaba con la categoría 520 para la extinción de incendios, con dos autobombas operativas y completamente cargadas. Sin embargo, se observó que aeronaves en desuso, almacenadas en áreas estratégicas, obstaculizaban el paso rápido de los camiones de bomberos. Esta situación había sido previamente reportada a la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) por la Policía Federal Argentina (PFA) el 28 de octubre de 2024.

Adicionalmente, se constató que la infraestructura de respuesta no estaba en óptimas condiciones. La conexión de repostaje de agua no tenía la presión necesaria para llenar rápidamente los tanques de las autobombas, y la tolva de carga rápida de espuma carecía de seguridad, ya que no disponía de barandas de protección en el techo, dificultando el acceso del personal. Otro dato relevante fue el tiempo que transcurrió desde el momento en que la aeronave salió de la pista hasta que las autobombas comenzaron su intervención: 2 minutos y 38 segundos.

Por otro lado, se destacó que la cabina de mando, donde se encontraban los pilotos, mantuvo su integridad estructural a pesar del incendio posterior. Sin embargo, la salida de emergencia quedó completamente destruida a raíz de las llamas. La puerta de la cabina estaba cerrada y orientada hacia arriba en un ángulo de 45 grados cuando los investigadores llegaron al lugar.

Este informe preliminar será parte de una investigación más amplia, que se continuará durante los próximos meses.

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