2025, otro año complicado para las universidades
El rector de la Universidad Nacional de La Pampa, Oscar Alpa, dijo que los salarios universitarios perdieron un 30% el año pasado y ahora Nación solo está dispuesto a otorgar el 1% mensual.
El año 2025 se presenta como un desafío para la educación universitaria en Argentina. Sin un presupuesto aprobado y con una prórroga del de 2023, las universidades públicas enfrentarán dificultades para garantizar su funcionamiento. Así lo advirtió el rector de la Universidad Nacional de La Pampa (UNLPam), Oscar Alpa, quien aseguró que el sistema solo podrá mantener «servicios mínimos» durante el primer cuatrimestre del año.
El rector también manifestó su preocupación por el deterioro de los salarios docentes y no docentes, que han sufrido una pérdida real del 30%. «Ya hemos trasladado, junto con el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), un pedido de paritarias a la Federación Argentina del Trabajador de las Universidades Nacionales (FATUN), intentando que se concrete antes de fin de mes«, explicó Alpa. Sin embargo, desde el gobierno nacional han adelantado que el aumento salarial seguirá la pauta del sector público en general, establecida en un 1% mensual.
En materia presupuestaria, la situación no es menos crítica. «Los fondos de enero ya son menores que los de diciembre del año pasado«, alertó Alpa, señalando que el ajuste impactará en la calidad educativa y en la estabilidad del sistema universitario. «El espejismo de la baja inflación y del dólar quieto oculta una economía que se está destruyendo, y la universidad será una de las víctimas«, agregó.
Consultado sobre si el año electoral podría modificar la postura del gobierno respecto a los trabajadores universitarios, el rector se mostró escéptico. «El gobierno ha definido una política que afecta a toda la economía. Quizás ahora se percibe cierta estabilidad en los indicadores macroeconómicos, pero la realidad es que el ajuste recae sobre los salarios docentes y no docentes, lo que inevitablemente impacta en la calidad del sistema universitario«.
A pesar de las dificultades, Alpa espera que, si bien con restricciones, la universidad pueda sostener un funcionamiento básico al menos durante el primer cuatrimestre. «El año pasado enfrentamos un doble problema: la falta de financiamiento y los aumentos abruptos en servicios y costos tras la devaluación. Este año, aunque seguimos con un presupuesto insuficiente, si no hay una escalada inflacionaria en tarifas y otros gastos, podríamos funcionar con los recursos mínimos«, analizó.
Sin embargo, el panorama sigue siendo incierto. Con salarios en caída y sin garantías de estabilidad financiera, la comunidad universitaria enfrenta un 2025 de enormes desafíos, donde la educación pública se encuentra en el centro del debate.