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La OIT alerta sobre la precariedad laboral juvenil en Argentina

Un reciente informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) puso de relieve que, bajo la administración que lidera Javier Milei, el 60 % de las jóvenes y el 58 % de los jóvenes en Argentina ejercen su actividad sin contratos formales. Este fenómeno, que se remonta a la dictadura de 1976, se ha intensificado entre la población de 15 a 24 años, dejando a la juventud sin derechos básicos como aportes jubilatorios, obra social o licencias laborales.

Según Bárbara Perrot, especialista en empleo y desarrollo productivo de la OIT Argentina, la informalidad juvenil no solo compromete la situación actual de estos trabajadores, sino que condiciona su trayectoria profesional. “Al carecer de inscripción formal, muchos jóvenes quedan excluidos de cobertura sanitaria y de aportes previsionales, profundizando desigualdades estructurales y dificultando su acceso a empleos de calidad”, advirtió Perrot en una entrevista con la OIT.

Al analizar los sectores con mayor concentración de contratos informales, se observa una fuerte disparidad por género y actividad. En el caso de los varones, los rubros más afectados son el comercio, la construcción y la industria, donde las tasas de informalidad alcanzan el 51,9 %, el 76,6 % y niveles igualmente elevados. Entre las mujeres jóvenes, la informalidad predomina en el comercio, la administración pública, la docencia y el trabajo doméstico, este último con un 77 % de los empleos fuera del régimen formal.

La brecha con el resto de América Latina es notable. De acuerdo con el programa FORLAC de la OIT, la informalidad promedio para el grupo de 15 a 24 años en la región se sitúa en el 54,4 %, mientras que en Argentina trepa al 68 %. “Esta diferencia subraya la magnitud del desafío que enfrentan nuestros jóvenes frente al resto de sus pares en Latinoamérica”, explicó Perrot.

En medio de este panorama, la ex presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, compartió en sus redes sociales un gráfico de Argendata (Fundar) que muestra la evolución de la participación de los asalariados en el PBI desde 1935 hasta 2024. Según su tuit, los períodos de mayor reparto del ingreso laboral correspondieron a 1942–1954, 1974 y, sobre todo, 2003–2015, bajo gobiernos peronistas –datos que, en su opinión, contrastan con las políticas actuales y por los cuales sus líderes fueron “perseguidos y proscritos”.

Para Fernández de Kirchner, la actual administración impulsa un plan de “desarme industrial y primarización económica” que deja fuera a la educación superior y la ciencia, condenando al país a la mera exportación de materias primas. En su visión, esta orientación coloca a los jóvenes ante un “futuro incierto”, sin oportunidades de desarrollo ni control sobre las fuerzas productivas.

Frente a estas cifras y diagnósticos, los sectores gremiales y sociales convocan a organizarse para revertir la tendencia. Plantean que solo una gestión orientada por los intereses de la clase trabajadora, con participación democrática y directa, podrá garantizar empleo de calidad, acceso a la salud y educación, y, en definitiva, mejores perspectivas para la juventud argentina.

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