Escándalo en el juicio por Maradona-Makintach
Los abogados de Julieta Makintach, la magistrada apartada del primer juicio por la muerte de Diego Maradona, presentaron ante la Justicia un pedido de nulidad de la investigación que indaga la presunta realización del documental Justicia Divina en los Tribunales de San Isidro. En su presentación sostienen que la pesquisa nació de un procedimiento viciado y que, por eso, todo lo actuado debería declararse nulo.
El recurso —firmado por los letrados Nicolás Urrutia y Nicolás Corleto y dirigido al juez de Garantías N°4 de San Isidro, Esteban Rossignoli— afirma que la causa tiene su origen en una denuncia gestionada por terceros con intereses particulares. Según la defensa, la Fiscalía y uno de los querellantes habrían recurrido a Julio Rivas, el abogado del doctor Leopoldo Luque, para que formalizara la imputación con el objetivo de frenar el debate oral. Ese modo de iniciación, dicen, contamina el expediente y lo transforma en lo que califican como “un árbol envenenado”.
En el escrito de 36 páginas los defensores acusan al fiscal Patricio Ferrari de haber perdido la imparcialidad al aceptar y actuar sobre la base de la información provista por Rivas, lo que, a su juicio, perjudicó específicamente a Makintach. En el momento de los hechos la jueza estaba al frente del Tribunal Oral en lo Criminal N°2 y, además, suplía funciones en el Tribunal N°3 al comienzo del juicio, recuerdan los abogados.
Urrutia y Corleto califican la pesquisa como una “excursión de pesca”: una investigación iniciada sin soportes sólidos ni una sospecha fundada. Sostienen que Ferrari llevó adelante un accionar “exploratorio”, recolectando pruebas de manera indiscriminada y sin los recaudos legales que la materia exige, lo que, según subrayan, vicia todo lo actuado desde su inicio.
Los defensores remarcan que hasta ahora no existe una plataforma fáctica mínimamente precisa y detallada que justifique la investigación ni tampoco evidencia clara de cómo se habría visto afectada la imparcialidad de la jueza en el desarrollo del debate, tal como exige la normativa procesal.
Además, denuncian que Makintach fue objeto de “invasiones a la privacidad e intimidad” y que se orquestaron maniobras irregulares para obtener información con la finalidad —afirman— de montarle “un relato” con el único propósito de pedir la nulidad del juicio. Como parte de esa estrategia, señalan, durante dos meses la defensa no pudo acceder al testimonio de Rivas, lo que constituyó, en su opinión, una lesión al derecho de defensa.
El escrito también apunta a actores externos al expediente. Los defensores dicen que el 17 de mayo hubo comunicaciones entre Fernando Burlando —abogado de Dalma y Gianinna Maradona— y el fiscal Ferrari con Rivas, en las que se habría comentado la “verificación” de lo declarado por éste en una audiencia anterior, en la que sostuvo que Makintach habría tenido su imparcialidad comprometida por el supuesto documental. Para Urrutia y Corleto, resulta poco claro cómo Burlando y Ferrari podían conocer entonces el estado de una investigación en la que no eran parte, lo que interpretan como movimientos coordinados propios de una estrategia.
También cuestionan la actuación de testigos: ponen bajo sospecha la declaración de la oficial Mirtha Barrionuevo, que fue prestada el 15 de mayo pero recién incorporada al sistema el día 22, una demora que los defensores señalan como indicio de irregularidades en el manejo del expediente.
Enfatizan, finalmente, que la conducta atribuida al fiscal —al no mantener la independencia necesaria respecto de la querella y al supuestamente instruir a la defensa sobre qué planteos hacer— rompe la igualdad de armas entre las partes y puede configurarse como connivencia o parcialidad. Ese conjunto de actuaciones, concluyen, transforma la causa en nula desde su raíz.
La presentación de nulidad quedó ahora en manos del juez Rossignoli, quien deberá resolver si admite el planteo y, eventualmente, abrir un trámite para analizar las pruebas y las supuestas irregularidades denunciadas por la defensa de Makintach. Mientras tanto, la controversia suma un nuevo capítulo a la ya compleja trama judicial y mediática que rodea la causa por la muerte de Maradona.