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Alerta: el empleo industrial cae y cae

Con la producción estancada desde marzo de 2025, numerosas plantas industriales recurren hoy a suspensiones temporales en lugar de despidos masivos para sostenerse a flote. Según Martín Rappallini, titular de la Unión Industrial Argentina (UIA), esta práctica, acordada con los sindicatos, se transformó en un salvavidas frente al hundimiento de las ventas y al alza de los costos operativos.

El derrumbe de la actividad no es un fenómeno aislado: el sector manufacturero perdió entre 1.000 y 1.500 puestos de trabajo formales cada mes desde principios de año. Rappallini destacó que los golpes más duros afectan a la metalmecánica, la confección, la industria textil y los materiales de construcción, donde las caídas oscilan entre el 15 % y el 20 %. De hecho, el consumo de cemento refleja con crudeza esta tendencia: pasó de 1.050.000 a apenas 800.000 toneladas mensuales.

En su reportaje con Radio Rivadavia, el dirigente subrayó que las ramas accesorias —como cerámicos, hierro y acero— también sienten el impacto de la paralización en la obra pública y privada. Aunque admitió que la entrada de importaciones complica aún más el panorama, insistió en que la verdadera grieta se encuentra en la falta de dinamismo del mercado interno.

Para revertir este cuadro crítico, la UIA reclama una reforma laboral que actualice el marco normativo y un alivio en la carga impositiva. “Hace tiempo insistimos en equiparar las condiciones entre fabricantes locales y productos importados”, enfatizó Rappallini, señalando que la recuperación exige un compromiso gubernamental con políticas de largo plazo.

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