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Caen las ventas de las pymes y crece la incertidumbre

El panorama del comercio minorista pyme continúa siendo complejo, con una tendencia a la baja que se consolidó en mayo. A pesar de un leve crecimiento acumulado en el año, los comerciantes enfrentan un escenario frágil, atravesado por la pérdida de poder adquisitivo, una competencia feroz y la falta de medidas que impulsen el consumo. El 2025 avanza, pero las pymes siguen caminando por la cornisa.

Según los últimos datos relevados, y que dio a conocer la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), las ventas en mayo registraron una caída interanual del 2,9% a precios constantes. Si se compara con el mes anterior y se eliminan los efectos estacionales, el retroceso fue del 0,7%. Aun así, el acumulado anual sigue siendo positivo: las ventas en lo que va de 2025 superan en un 11% a las de igual período de 2024. No obstante, esa mejora es leída con cautela, dado que los aumentos no se traducen necesariamente en rentabilidad, y muchos rubros permanecen en terreno negativo.

El descenso de la actividad se percibe con mayor nitidez en sectores clave del consumo cotidiano. Alimentos y bebidas encabeza la lista de caídas, con un desplome del 7,6%. Le siguen Ferretería y materiales de construcción (-2,6%), Textil e indumentaria (-1,6%) y Calzado y marroquinería (-0,5%). Por el contrario, algunos nichos logran sortear el estancamiento: Perfumería creció un 5,2%, mientras Farmacia tuvo un alza moderada del 1,5%. El rubro de Bazar, decoración y muebles se mantuvo prácticamente estable.

En ese contexto, el 55,9% de los comerciantes considera que no es un momento adecuado para invertir, frente a apenas un 14,4% que se muestra optimista. La mayoría prefiere moverse con prudencia y evitar grandes apuestas. Muchos negocios recurren a estrategias defensivas: liquidaciones anticipadas, reducción de stock, achique de costos y promociones que absorben márgenes cada vez más estrechos. La venta online aparece como una herramienta de adaptación, aunque no todos los comercios logran capitalizarla por igual.

El presente económico de las pymes se divide entre la resignación y la espera. El 58,3% de los empresarios sostiene que su situación no cambió en el último año, mientras que un 28% afirma estar peor. Solo el 13,6% declara una mejora, lo que indica que el repunte es, por ahora, limitado y focalizado.

Además, se observa una caída en el flujo de compradores y una tendencia hacia consumos más racionales. Los centros comerciales muestran menos movimiento, y la competencia con las ventas informales o los canales digitales se vuelve más intensa. Los consumidores priorizan lo esencial, y los comercios sienten el impacto de esa nueva lógica.

A pesar del contexto, las expectativas a futuro reflejan cierto grado de esperanza: el 49,2% de los encuestados cree que su situación económica mejorará en el plazo de un año. Pero ese optimismo, hoy, choca con una realidad marcada por la falta de crédito, las políticas fiscales restrictivas y un entorno de negocios incierto. El sector reclama previsibilidad y medidas concretas que ayuden a sostener el consumo y aliviar la presión que enfrentan miles de comerciantes en todo el país.

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