Chicos que desaparecen: alerta en el Conurbano
La presidenta de Missing Children Argentina, Ana Rosa Llobet, alertó que las cifras oficiales subestiman la verdadera dimensión del fenómeno: “Existen muchas más desapariciones que las registradas”, afirmó con contundencia. Según las estadísticas de la organización, cada día seis niños son reportados como perdidos en el país, pero —advirtió— el total real supera con creces esa cifra. La mayoría de las denuncias provienen del Gran Buenos Aires, y afectan en su gran parte a adolescentes mujeres.
Seis cada veinticuatro horas… y suman más
“Cuando decimos ‘niños’, hablamos de menores de 18 años, pero también contamos adolescentes que desaparecen a diario”, explicó Llobet en diálogo con Radio Mitre. Si bien la mayoría vuelve a sus hogares de manera espontánea, permanecen sin resolver numerosos casos que, remarcó, “son los que más nos preocupan”.
La dirigente sostuvo que esos seis episodios diarios responden solo a las denuncias que alcanzan a Missing Children. “No todas las familias nos reportan la desaparición de sus hijos; el promedio real es todavía mayor y fluctúa día a día”, aclaró.
“Lo que realmente nos alarma es que cada vez son más los chicos y chicas que se pierden. Antes eran de 16 o 17 años, ahora recibimos muchas denuncias de chicos que se van de la casa a los 12, 13 o 14 años”, señaló Ana Rosa Llobet, presidenta de la ONG.
Entre las enseñanzas que difunde la organización destaca la llamada “hora de oro”: el lapso de sesenta minutos tras la desaparición durante el cual el menor suele encontrarse en su entorno habitual. “Si pasado ese tiempo no aparece, hay que activar de inmediato la búsqueda: llamar a allegados, vecinos y luego a las fuerzas de seguridad”, explicó Llobet. “Ese primer momento es vital para recuperar al chico en las mejores condiciones”.
En la actualidad, Missing Children mantiene 42 búsquedas vigentes de menores sin pista alguna de su paradero. La presidenta advirtió que, aunque muchas veces se sospeche de delitos de trata, “siempre partimos de hipótesis hasta contar con pruebas”.
Difusión digital como herramienta central
Para amplificar las búsquedas, la ONG se apoya principalmente en las redes sociales: “Trabajamos en Twitter, Instagram y Facebook, y también a través de nuestro teléfono oficial”, detalló Llobet. “Recibimos pedidos de ayuda, información y asesoramiento de toda la Argentina. Cada dato puede ser decisivo para dar con un niño perdido”.
Una vez que el menor es localizado, Missing Children se retira del seguimiento: “Nuestro rol culmina cuando el chico reaparece”, señaló. “En muchas ocasiones no conocemos las razones de su ausencia, y respetamos el derecho de las familias a mantener la confidencialidad si así lo desean”.
Con esta advertencia de cifras “alarmantes” y la convocatoria a agilizar protocolos de denuncia, Llobet y su equipo insisten en que la atención temprana y la solidaridad de la comunidad pueden marcar la diferencia entre un susto pasajero y un caso sin resolver.