Crearon un viscosímetro para detectar una patología en bebés
Hernán Pastoriza es un Investigador de la CNEA y profesor del Instituto Balseiro y junto a su equipo desarrolló un dispositivo innovador que permite medir la viscosidad sanguínea en neonatos con apenas una gota de sangre y prevenir enfermedades. Por este equipamiento médico, basado en nano y microtecnología, acaba de ganar el premio a la Innovación Tecnológica de la Academia Nacional de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales.
A pedido de los médicos
Este proyecto nació a raíz del interrogante planteado por una neonatóloga del Hospital Zonal de Bariloche sobre si era posible fabricar un sensor que pudiera diagnosticar la hiperviscosidad de la sangre de bebés con sólo una pequeña muestra. Pastoriza tomó la inquietud y lo propuso como tema de tesis en la maestría en Ciencias Físicas del Instituto Balseiro. El entonces alumno Nadim Morhell aceptó el tema y realizó su investigación -dirigido por Pastoriza– en el Centro Atómico Bariloche. En 2010 aprobó su tesis y, ese mismo año, el proyecto ganó el primer premio del concurso IB50K, un certamen de planes de negocios promovido por el Instituto Balseiro. El premio de 30 mil dólares fue invertido en incubar el innovador desarrollo.La viscosidad sanguínea es uno de los parámetros más relevantes para evaluar complicaciones en el sistema cardiovascular de un paciente, puntualmente en aquellos con problemas de coagulación sanguínea o falta de irrigación de tejidos. También puede usarse para realizar mediciones de la sangre en bebés recién nacidos para el diagnóstico de la policitemia neonatal, una enfermedad que se produce cuando existe un alto nivel de glóbulos rojos, lo que contribuye con la hiperviscosidad de la sangre.
Para detectar esta patología que puede bloquear el flujo sanguíneo en los capilares más pequeños de los recién nacidos, afectando órganos como riñones, los pulmones y el cerebro, científicos del Centro Atómico Bariloche y del Instituto Balseiro desarrollaron un sensor capaz de medir la viscosidad de la sangre utilizando técnicas de microfabricación.
Actualmente no existe otro método de diagnóstico para esta patología. “Hoy el análisis de viscosidad se hace en muy pocos laboratorios del mundo y demora varios días, tiempo durante el cual la enfermedad va evolucionando. En cambio, este dispositivo podría estar disponible en las salas de neonatología y, con solo una gota de sangre, dar el resultado en un minuto y medio, acelerando el diagnóstico”, asegura el doctor en física Hernán Pastoriza, quien desarrolló el microviscosímetro junto a los físicos Nadim Morhell y Darío Antonio.
El dispositivo consiste en un sensor y un pequeño chip (de 1 cm por 1 cm) desarrollado con tecnologías de microfabricación equivalentes a las de la industria electrónica. El chip se coloca en una ranura del microviscosímetro, se deposita una gota de sangre allí y ésta comienza a fluir a través de pequeños canales embebidos en él. Un sensor óptico integrado analiza automáticamente el movimiento del líquido y dos minutos después se presenta en pantalla el valor de viscosidad.