Editorial: Bosques
Por Eduardo J. Bidegaray – Editor general Prensa Chica
Greenpeace ha presentado una grave denuncia ante la Corte Suprema, indicando que el reciente Decreto 888/2024 busca disolver el Fondo Fiduciario para la Protección Ambiental de los Bosques Nativos. Este fondo es esencial, ya que se encarga de gestionar los recursos asignados por la Ley de Bosques. Al implementar esta medida, el gobierno abre la posibilidad de un uso arbitrario de esos fondos, lo que pone en riesgo la protección de nuestros ecosistemas más frágiles.
La ausencia de estos recursos afecta de manera directa y alarmante la capacidad de los gobiernos provinciales para controlar los desmontes ilegales y combatir los incendios forestales.
Aproximadamente un 30% del presupuesto se destina al apoyo institucional para estas actividades, mientras que el 70% restante se utiliza para fomentar prácticas sostenibles en los bosques. Sin estos fondos, el futuro de los bosques nativos y la supervivencia de especies emblemáticas, como el yaguareté, se ven comprometidos.
Desde hace cinco años, Greenpeace mantiene un litigio contra varias provincias y el Estado Nacional por violar la Ley de Bosques, lo que ha llevado a una notable disminución de hábitats esenciales. La situación es alarmante: se ha perdido, en promedio, la mitad de la cobertura arbórea.
Particularmente preocupante es la complicidad de gobiernos provinciales, como los de Santiago del Estero y Chaco, que autorizan des- montes en zonas prohibidas. Esta situación refleja una desidia que trasciende las administraciones locales, extendiéndose al gobierno nacional, cuyo enfoque negacionista respecto del cambio climático resulta inaceptable. Al ignorar el consenso científico sobre la importancia de preservar nuestros bosques, el gobierno actúa en detrimento de la salud ambiental del país.
Los bosques cumplen funciones vitales, como la regulación del ciclo del agua, la prevención de la erosión del suelo, la producción de oxígeno y la captura de dióxido de carbono.
La decisión de disolver el Fondo Fiduciario representa un retroceso significativo en la lucha por la conservación del medio ambiente. Es crucial que se implementen medidas urgentes para salvaguardar nuestros recursos naturales antes de que sea demasiado tarde. La conservación debe ser una prioridad innegociable.