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El Senado rechazó cinco decretos de Milei

El oficialismo sufrió ayer una derrota política de magnitud. En una jornada clave, la Cámara de Senadores dejó sin efecto cinco decretos del Poder Ejecutivo y, a la vez, convirtió en ley una iniciativa para recomponer el financiamiento de las universidades públicas. El resultado dejó a las claras la creciente pérdida de poder político del gobierno y la acelerada fractura de sus aliados parlamentarios.

La votación se desarrolló artículo por artículo: los senadores rechazaron DNU y decretos delegados que afectaban a organismos estratégicos —entre ellos INTA, INTI, Vialidad Nacional y el Banco Nacional de Datos Genéticos— con márgenes amplios que dejaron sin efecto las medidas del Ejecutivo. La sesión mostró además la transversalidad del rechazo: bloques peronistas, provinciales, buena parte de la oposición radical y una porción importante del PRO se alinearon para frenar el avance oficial.

Los decretos tumbados (votaciones por separado)

  • DNU 462/25 (transformación del INTI e INTA): rechazado por amplia mayoría.
  • DNU 345/25 (reorganización de organismos de cultura): rechazado.
  • DNU 351/25 (modificaciones en el Banco Nacional de Datos Genéticos): rechazado.
  • DNU 340/25 (nuevo régimen para la marina mercante): rechazado.
  • DNU 461/25 (disolución/ cierre de Vialidad Nacional): rechazado.

Las cifras oficiales de las distintas crónicas muestran márgenes contundentes en contra de los decretos, lo que certifica que esas medidas quedan sin efecto tras el pase por ambas Cámaras.

Paralelamente, el Senado convirtió en ley el proyecto de financiamiento universitario: la iniciativa obtuvo el número necesario para convertirse en norma y obliga al Estado a actualizar partidas y recomponer partidas presupuestarias para las casas de estudio nacionales. La aprobación reúne un respaldo amplio en la Cámara alta, lo que torna más difícil un eventual veto presidencial.

A la madrugada se aprobó la emergencia pediátrica por un año, con el Hospital Garrahan como referente; la iniciativa fija que la recomposición salarial no será menor a la que existía en términos reales en noviembre de 2023 y exige más recursos para insumos críticos. Con 62 votos afirmativos y 8 negativos la ley alcanzó mayoría cualificada, aunque el Ejecutivo anticipó que la vetará. La APyT del Garrahan realizará un festival este domingo en Parque Lezama bajo el lema “Todas las infancias importan” para sostener su reclamo.

La derrota en el recinto no fue un hecho aislado: en los últimos días se profundizó la fragmentación dentro del espacio oficialista. En Diputados, cuatro legisladores que ingresaron con La Libertad Avanza harán ahora su propio bloque —un síntoma del desgaste y de las tensiones internas que atraviesan al oficialismo—, y anoche esa dinámica se reflejó en las tribunas del Congreso y en la correlación de fuerzas parlamentarias.

Afuera, la sesión transcurrió en el contexto de una movilización que expresó el rechazo popular al paquete de medidas y al plan de ajuste. Trabajadores de organismos públicos, sindicatos y organizaciones sociales se concentraron en las inmediaciones del Palacio Legislativo para reclamar por los puestos de trabajo, los presupuestos de las universidades y la continuidad de los servicios públicos. Las organizaciones presentes denunciaron incidentes y hostigamiento por parte de fuerzas de seguridad durante la protesta.

Lo que quedó en evidencia es doble: por un lado, el límite político que impone el Congreso cuando hay consenso social y presión organizada; por el otro, la erosión del apoyo social y político que el Ejecutivo necesita para aplicar sus transformaciones estructurales. Esa pérdida de respaldo se traduce hoy en fricciones internas, en votaciones adversas y en una capacidad reducida para imponer de manera automática decretos y reformas.

La jornada marca, entonces, un punto de inflexión: el gobierno llega al Parlamento con menos herramientas y con aliados cada vez más reticentes; la oposición y los sectores movilizados, en cambio, encontraron un terreno común para frenar el desguace de organismos clave y para defender recursos estratégicos para la educación pública y la salud. Desde las calles hasta las bancas, la respuesta política contra el ajuste se expresó con claridad en la sesión de ayer.

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