En caída libre: bajaron un 12% las ventas minoristas
El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) difundió este martes datos alarmantes sobre las ventas en supermercados y autoservicios mayoristas correspondientes a septiembre. Tanto en comparación con el mismo mes del año pasado como frente a agosto, los resultados muestran un retroceso significativo, lo que expone la presión económica que enfrentan los consumidores.
Retroceso en supermercados
En los supermercados, las ventas a precios constantes cayeron un 12,8% interanual en septiembre de 2024 y acumulan una baja del 11,6% en los primeros nueve meses del año. Comparadas con agosto, las cifras ajustadas por estacionalidad también mostraron un leve descenso del 0,4%.
A precios corrientes, el total de ventas alcanzó los $1,58 billones, con un incremento nominal del 173,3% respecto al año anterior. Sin embargo, al considerar una inflación interanual del 209%, este aumento no se traduce en un crecimiento real del consumo, sino en una contracción del poder adquisitivo.
Entre los rubros con mayores incrementos nominales, destacan:
- Artículos de limpieza y perfumería (+216,5%)
- Verdulería y frutería (+202,2%)
- Lácteos (+199,4%)
- Panadería (+191,4%)
Las ventas en autoservicios mayoristas mostraron una baja más acentuada, con un desplome del 21,7% interanual en septiembre y del 0,8% respecto a agosto. En lo que va del año, este segmento acumuló una caída del 14,4% en comparación con el mismo período de 2023.
A precios corrientes, las ventas en este sector alcanzaron los $266.877 millones, un incremento del 154,7% frente al año anterior. Sin embargo, al igual que en los supermercados, este aumento está lejos de compensar la inflación, reflejando una disminución real del consumo.
Los rubros con mayores subas nominales en los autoservicios mayoristas fueron:
- Indumentaria, calzado y textiles para el hogar (+268,2%)
- Panadería (+188,8%)
- Otros productos (+175,6%)
- Verdulería y frutería (+173,3%)
Los datos del Indec evidencian el impacto de la inflación sobre el consumo masivo y el poder adquisitivo de los hogares. La combinación de precios en alza y salarios que no logran seguir el ritmo inflacionario profundiza las dificultades para llegar a fin de mes.
Estos números subrayan una transferencia de ingresos desde los sectores laborales hacia los concentrados de la economía, una problemática que afecta directamente a los consumidores, limitando su capacidad de compra y golpeando fuertemente a los sectores más vulnerables.
En este contexto, el retroceso del consumo no solo refleja una crisis de poder adquisitivo, sino también una demanda urgente de medidas que prioricen a los trabajadores y fomenten una recuperación económica sostenible.