Era Milei: empeoran las condiciones laborales
Un reciente estudio del Instituto Argentina Grande (IAG), basado en los datos más recientes del Indec, revela un panorama complejo en los aglomerados urbanos: si bien la actividad laboral se sitúa en niveles históricos y la cantidad de puestos de trabajo aumentó interanualmente, la calidad del empleo se deteriora de manera alarmante.
Según el informe “Empleo en tiempos de motosierra”, al cierre de 2024 la tasa de actividad en las ciudades principales alcanzó el 48,8 %, mientras que el desempleo se mantuvo en un 6,4 %. En términos absolutos, esto se traduce en 13,6 millones de personas ocupadas, 78.000 más que al finalizar 2023. No obstante, el relevamiento advierte que gran parte de esas incorporaciones corresponde a empleos con escasa protección social.
Empleo desprotegido al alza
Del total de ocupados, un 43,3 % trabaja en el sector privado sin garantías: sin aportes previsionales, sin estabilidad contractual y, en muchos casos, sin acceso a maquinaria o capital propio. Se estima que 5,9 millones de trabajadores urbanos se encuentran en esta situación, lo que los convierte en los más vulnerables ante un eventual freno económico.
Entre el cuarto trimestre de 2023 y el mismo período de 2024, el empleo desprotegido creció un 3,4 %, incorporando 195.000 puestos de esta naturaleza. En contraste, los empleos con mayor cobertura —tanto públicos como privados formales— sumaron menos posiciones: el sector protegido avanzó un 1,9 % (+101 000 empleos) y el empleo público directamente se retrajo un 8,9 % (−219 000).
Un hallazgo sorprendente del IAG es que más de la mitad de los nuevos ocupados interanuales (42.000 de 78.500) son mayores de 66 años, un 6,3 % más de mujeres y un 9,9 % más de varones en ese rango etario. El segundo grupo que más creció es el de 51 a 65 años, con aumentos del 4,6 % en mujeres y 1,4 % en varones.
Por su parte, los sectores de 36 a 50 años y de 27 a 35 años prácticamente se estancaron (+0,4 % y +1,4 % para mujeres; +0,2 % y +0,7 % para varones, respectivamente). En el extremo joven, entre 14 y 26 años, se observa una caída del 1,6 % en mujeres y del 5,6 % en varones, indicando que la primera experiencia laboral tampoco escapa al deterioro de las condiciones.
La “motosierra” sobre derechos laborales
El informe destaca que el concepto de empleo desprotegido incluye tanto a monotributistas como a asalariados encubiertos que, pese a cumplir horarios y tareas propias de una relación de dependencia, facturan para “saltarse” las obligaciones patronales. Se calcula que más de 800 000 trabajadores se encuentran en esta “zona gris”, donde sus derechos laborales están seriamente comprometidos.
“Hay un récord en actividad y en número de ocupados, pero eso no implica que las personas trabajen en mejores condiciones”, concluyen las autoras Candelaria Rueda y Violeta Carretra Pereyra.
Frente a este cuadro, el informe advierte que las políticas públicas deben enfocarse no solo en generar empleo, sino en mejorar la calidad del mismo, garantizando aportes, estabilidad y acceso a herramientas productivas. De lo contrario, el crecimiento cuantitativo continuará ampliando la brecha entre un mercado laboral en expansión y un tejido social cada vez más precarizado.