Fuerte caída: el consumo sigue en picada
La frase «No se vende nada» es cada vez más generalizada en los distintos rubros y sectores de actividad. El deterioro del consumo se acentúa con el paso de los meses. Los sectores más golpeados son los esenciales: los alimentos que escasean en la mesa de las familias, los medicamentos que muchos jubilados ya no pueden costear y los productos básicos que se vuelven inaccesibles para buena parte de la población. Mientras la inflación avanza y los salarios se debilitan, el ajuste se siente con fuerza en los bolsillos.
Según el informe más reciente de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), las ventas en comercios minoristas descendieron un 2,9% en febrero respecto de enero. Aunque en la comparación interanual se observó un incremento del 24% en las ventas, este repunte no logró compensar el desplome registrado tras la fuerte devaluación impulsada por el gobierno.
Si se analizan los distintos rubros, todos sufrieron retrocesos en la medición mensual. El sector de calzado y marroquinería lideró la caída con una baja del 5,4%, seguido por ferretería y materiales para la construcción, que disminuyeron un 4,3%. Alimentos y bebidas, a pesar de haber subido un 33% en la comparación anual, registró un descenso del 2,1% respecto de enero.
Otros sectores también reflejaron esta tendencia: farmacia tuvo un crecimiento del 31,9% interanual, pero cayó un 2,3% en el mes. Perfumería subió un 33,1% en la comparación anual, aunque bajó un 1,9% intermensual. Textil e indumentaria apenas creció un 5,1% en el último año y, en febrero, perdió un 3% frente a enero.
Las cifras no hacen más que confirmar lo que se siente en la calle: el consumo se resiente y cada vez más personas deben restringir sus compras de productos esenciales. Frente a este panorama, crece la preocupación y el malestar por una situación que parece no encontrar freno.
Foto: Tiempo Argentino