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«Fuerza Patria» se llama la unidad bonaerense del peronismo

A más de dos meses de las legislativas provinciales, se oficializó la alianza que unirá al peronismo bonaerense bajo la denominación “Fuerza Patria”. El anuncio se produjo tras intensas negociaciones entre los principales referentes del espacio, que buscan capitalizar la fractura creciente del oficialismo nacional y reforzar la movilización de su base social.

Según datos oficiales, en la Provincia de Buenos Aires están habilitados 13.361.359 ciudadanos para votar el próximo 7 de septiembre. De ese total, la Primera Sección Electoral —incluye el corredor industrial del oeste y sur del Gran Buenos Aires— superó por primera vez en su historia a la Tercera Sección, con 4.732.831 electores frente a los 4.637.863 de la tradicional zona de Cristina Fernández de Kirchner. Entre ambas concentran cerca del 70 % del padrón bonaerense.

El intendente de Almirante Brown, Mariano Cascallares, y la secretaria general de Gobierno, Agustina Vila, fueron los elegidos para encabezar la lista en representación del Movimiento Derecho al Futuro, el espacio del gobernador Axel Kicillof. Por su parte, el Partido Justicialista designó a Patricia García Blanco y al jefe de la bancada peronista en la Cámara de Diputados, Facundo Tignanelli. El Frente Renovador, en tanto, aportará a Eduardo Cergnul y Facundo González.

En el top 10 de los municipios con mayor caudal de votantes se ubican La Matanza (1.057.458), La Plata (576.691), Mar del Plata (575.613), Lomas de Zamora (519.157), Quilmes (480.256), Almirante Brown (460.982), Merlo (434.550), San Martín (378.476), Lanús (375.477) y Moreno (372.309). Salvo el caso de Mar del Plata, todos están gobernados por intendentes afines al peronismo.

Los referentes de “Fuerza Patria” defienden que la unidad de los trabajadores es la única estrategia válida para contrarrestar el avance de la primarización económica impulsada por quienes ven al Estado como un mero apéndice de los grandes grupos de poder. Advierten, además, que la mera unión de las siglas no bastará si no va acompañada de una campaña de base capaz de revertir la tendencia a la baja en la participación electoral de la clase trabajadora.

Con la convicción de articular un proyecto político propio, los sindicatos y agrupaciones del peronismo llaman a confluir en cada barrio y movilizar el voto. La coalición sostienen, puede ser el instrumento que sintetice los reclamos históricos del mundo del trabajo y, al mismo tiempo, ofrezca un horizonte de resistencia frente a un gobierno nacional cada vez más debilitado por sus internas y su dependencia de las corporaciones financieras.

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