Fusión que amenazaría la investigación y el control estratégico
En un ambiente de creciente incertidumbre, los operarios del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) han expresado su rechazo frontal a un proyecto que circula en medios afines al gobierno. Según un borrador difundido, se plantea la integración de tres organismos –el INTI, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE)– en una sola entidad denominada Instituto Nacional de Convergencia Tecnológica y Desarrollo Estratégico (INCyTDE). Esta fusión, que implicaría recortes presupuestarios significativos, podría desarticular décadas de avances en ciencia, investigación y control de sectores estratégicos de la economía.
La propuesta, aun sin confirmación oficial, ha encendido la alarma entre los trabajadores del INTI, quienes consideran que una reorganización de esta naturaleza conllevará a la reducción de estructuras y funciones fundamentales. «No nos negamos a una mayor articulación con organismos hermanos, como el INTA, que podría generar sinergias entre sectores agropecuarios e industriales y fomentar el desarrollo de cadenas de valor«, declaró Gisel Santana, trabajadora del INTI y representante de la agrupación Blanca Violeta Granate en la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE).
Santana también destacó la posibilidad de colaboración con la CONAE. «Con ella podríamos crear vínculos para fortalecer la industria nacional, especialmente en el área aeroespacial. Si logramos desarrollar satélites de forma pública y eficiente, incluso figuras como Elon Musk se verán superadas«, afirmó, subrayando la importancia de mantener la independencia y potencial de estos organismos.
Sin embargo, la militante dejó en claro que el plan gubernamental encierra una estrategia de privatización y desguace institucional. «No podemos ser ingenuos ante una política que, al fin y al cabo, busca destruir el Estado desde adentro. Lo que proponen es una fisión que diluye las instituciones y sus roles específicos, avanzando incluso con cambios en nuestros convenios colectivos«, explicó Santana. Añadió que el INTI ya ha sufrido una reducción del 30% en su personal y enfrenta congelamiento salarial y presupuestario, a pesar de haber sido creado en 1957 para impulsar la industrialización y la soberanía tecnológica del país.
Ante esta situación, los trabajadores se han declarado en estado de alerta. «Nos movilizamos para defender nuestra misión histórica y nuestras condiciones dignas como empleados. Este jueves realizaremos una asamblea multisectorial para discutir el futuro de los organismos que el gobierno pretende desmantelar«, enfatizó la trabajadora, dejando entrever que la intención del Ejecutivo no es potenciar estas instituciones, sino socavar su desarrollo.
La propuesta de fusión ha generado un intenso debate sobre el futuro de la investigación y el control estratégico en sectores clave de la economía. Mientras el gobierno defiende la medida como una forma de racionalizar y modernizar la gestión estatal, los trabajadores y críticos sostienen que se trata de una maniobra para debilitar el aparato científico y tecnológico nacional. La controversia se cierne sobre el destino de un legado que ha permitido al país desarrollarse en áreas fundamentales para su crecimiento y autonomía.