Gestión Milei: la industria textil en crisis
La Fundación Protejer advierte que el sector textil e indumentaria enfrenta un fuerte ajuste desde la llegada del gobierno de Milei: las ventas se hundieron, la producción cayó y los despidos se multiplicaron.
De hecho, el informe señala que el 72 % de las empresas del sector aplicó “medidas de ajuste” en su plantilla entre fines de 2023 y marzo de 2025. En concreto, seis de cada diez compañías redujeron su dotación de personal, reflejando una clara retracción del empleo industrial a nivel federal.
En cuanto al nivel de actividad, durante el primer trimestre de 2025 la mitad de las fábricas reportó una merma en sus ventas comparado con el mismo período del año anterior, con una caída promedio del 5 %. Pero si ampliamos el horizonte hasta el primer trimestre de 2023, la situación empeora: siete de cada diez empresas exhiben números rojos, con una contracción media del 21 %.
La producción acompaña esta tendencia negativa. En el último año, el 50 % de las firmas redujo sus niveles de fabricación con un descenso promedio del 3 %. Mirando los datos de dos años atrás, tres de cada cuatro compañías muestran baja en su output (merma promedio del 20 %). Respecto al uso de la capacidad instalada, sólo 3,5 de cada 10 lograron mejorar su aprovechamiento con respecto al primer trimestre de 2024, y ninguna alcanzó los estándares de 2023; a dos años vista, ocho de cada diez empresas presentan retrocesos en este indicador.
Protejer identifica en la pérdida de poder adquisitivo de los consumidores el factor más determinante: 8,2 de cada 10 empresas lo señalan como causa principal de la caída de la demanda. A esto se suman la mayor incidencia de productos importados, mencionado por 6,3 de cada 10, y la inestabilidad cambiaria, que influye en cuatro de cada diez compañías.
“Estos datos reflejan un escenario complejo para el entramado productivo del sector, que enfrenta una fuerte retracción de la demanda interna, presiones externas crecientes y condiciones cambiarias adversas”, concluye el informe.
El panorama exige respuestas urgentes para frenar la sangría de ventas, fortalecer la producción local y contener la destrucción de empleo en una industria clave para la economía argentina.