La Iglesia advierte sobre la falta de alimentos en comedores
La retención de casi tres mil toneladas de alimentos en un depósito del ministerio de Capital Humano en Villa Martelli sigue generando fuertes críticas y movilizaciones. Distintos referentes de la Iglesia, junto con cientos de manifestantes, han reclamado esta semana que los alimentos sean distribuidos de manera urgente en los comedores populares del país.
El martes pasado, una multitud se congregó frente al depósito exigiendo al ministerio de Capital Humano que cumpla con el fallo del juez federal Sebastián Casanello, quien ordenó el lunes que se elabore un plan en 72 horas para distribuir la comida. En respuesta a la masiva movilización, el grupo de Curas en Opción por los Pobres (OPP) anunció medidas drásticas si no se cumple con la orden judicial.
“Si el lunes no se empiezan a repartir las 5 toneladas de alimentos, el padre Rodolfo Viano, el hermano franciscano Nicolás y Francisco Paco Olveira comenzaremos una huelga de hambre en la puerta del depósito”, advirtieron los curas OPP. En un comunicado, explicaron: “Esta tarde nos acercamos, con algunos compañeros del grupo de Curas en Opción por los Pobres, a intervenir simbólicamente el galpón de Villa Martelli donde duermen toneladas de alimentos que en justicia le pertenecen a los miles que tienen derecho a vivir y alimentarse. ‘Quién quita el pan al pobre es un asesino’, dice Eclesiástico 34,21”.
La presión de la Iglesia no se detiene allí. Monseñor Oscar Ojea, presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), también se sumó al pedido y solicitó al gobierno de Javier Milei que entregue “rápidamente los 5 millones de kilos de alimentos guardados”. A este llamado se unió monseñor Eduardo García, obispo de San Justo, quien afirmó: “No hay que desproveer a la comunidad de aquello que es necesario para su vida y que es fundamental para la alimentación”.
El impacto de esta situación es profundo. García subrayó: “Estamos en una situación de emergencia bastante complicada y está faltando el alimento. Muchos de los comedores que eran sostenidos con lo que aportaba el Gobierno, en este momento no lo están, entonces resulta muy difícil cuando los más afectados son los más vulnerables”.
Reclamos en el interior del país
El pedido de distribución inmediata de los alimentos retenidos ha resonado en distintas partes del país. En Rosario, el párroco Fabián Monte, vicepresidente de Cáritas Rosario, expresó su preocupación por el aumento de familias que necesitan asistencia desde principios de año y calificó de “una picardía” que haya tanta mercadería guardada en momentos de tanta necesidad. “Somos los primeros interesados en que la plata para los pobres llegue a los pobres y que nadie lucre con eso. Pero eso no parece una razón para que la comida no llegue a los lugares donde tiene que llegar”, declaró Monte a Rosario/12.
El padre Jorge Aloi también criticó la falta de distribución de los alimentos: “Es un despropósito que no se distribuyan alimentos, que puedan echarse a perder, cuando la gente está pasando hambre. Me parece bien que la Iglesia levante su voz para tratar de hacer reaccionar y pedir que se tome conciencia”.
Desde Misiones, el sacerdote Alberto Barros, de Cáritas Posadas, apoyó el reclamo de Ojea: “Comparto plenamente el pedido que ha hecho el obispo Oscar Ojea. Realmente llama la atención que el Gobierno nacional no haya hecho el más mínimo gasto en alimentos desde que asumió”. Barros también criticó las declaraciones de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien argumentó que los alimentos no se distribuyen para evitar robos: “Es un argumento muy infantil, hasta casi insultante. Es inadmisible que no se reparta la comida para que no se la robe, cuando todos sabemos la cantidad de gente que depende de los comedores para poder tener el alimento cotidiano”.
La falta de distribución de alimentos ha dejado a miles de personas en situación de extrema vulnerabilidad. “Hay miles de comedores en Argentina. Cáritas tiene algunos; pero en porcentaje es un número mínimo comparado con la cantidad de comedores que tienen organizaciones barriales, no gubernamentales y movimientos sociales. Todo eso se cortó desde diciembre. No hubo más envío de mercadería a los comedores”, concluyó Barros con preocupación.
La situación crítica exige una respuesta inmediata del gobierno para aliviar el sufrimiento de los sectores más vulnerables y asegurar que los alimentos retenidos lleguen a quienes más los necesitan.
FUENTE: somostelam.com.ar