Las pymes y cómo pagar el aguinaldo
La crisis que atraviesa el sector productivo argentino sigue dejando marcas profundas. La combinación entre la pérdida del poder adquisitivo, la caída del consumo y el avance de un modelo económico centrado en los intereses de grandes grupos concentrados ha puesto contra las cuerdas a miles de pequeñas y medianas empresas.
En este contexto, la Cámara de Comercio e Industria de La Pampa difundió un informe que expone una fuerte contracción del consumo en rubros como el comercio y los servicios, con una baja estimada del 10%. Frente a este panorama, el Banco de La Pampa activó una línea de crédito específica destinada a empresas locales para que puedan cumplir con el pago del medio aguinaldo en junio. El objetivo es brindar asistencia inmediata con condiciones de financiamiento favorables.
La presión también se siente en otras regiones del país, donde las cámaras empresariales reclaman medidas similares. Representantes del sector comercial e industrial en varias provincias solicitaron a bancos estatales y privados la habilitación urgente de líneas de financiamiento blando que les permitan afrontar los compromisos salariales de mitad de año. En esa línea, el Banco Galicia lanzó un programa de créditos orientado a que las pymes puedan abonar sueldos y aguinaldos, con incentivos adicionales para aquellos trabajadores que perciban sus ingresos a través de la entidad.
Mientras tanto, desde el ministerio de Economía se sostiene la postura oficial: el Estado no acudirá en auxilio de empresas que no logren sostenerse en un mercado cada vez más hostil. Esta visión acompaña las políticas implementadas por el actual gobierno, que, según denuncian sectores productivos, favorecen abiertamente a conglomerados económicos transnacionales que ganan terreno en el esquema productivo nacional.
Los efectos de esta política ya se sienten. La caída del consumo masivo, derivada de la pérdida de ingresos reales, obligó al cierre de más de 40 pymes por día durante el último año y medio. Las que logran subsistir deben afrontar dificultades crecientes para cumplir con el pago de salarios, en un escenario donde la demanda interna sigue estancada.
Según datos de la consultora Scentia, abril trajo una tenue recuperación del consumo masivo, con una suba interanual de apenas el 0,1%, luego de una seguidilla de derrumbes históricos durante 2024. Sin embargo, este tímido repunte no alcanzó a los supermercados, donde las ventas cayeron un 3%.
La retracción también se refleja en los balances de grandes cadenas. La Anónima, una de las firmas más fuertes del sector supermercadista en la Patagonia, reportó una disminución del 4% en sus ingresos anuales. El volumen de operaciones también bajó: se realizaron 51,9 millones de transacciones, frente a las 56,7 millones registradas en el mismo período del año anterior.
Con un panorama cada vez más difícil para la producción local y un consumo que no termina de despegar, las pymes argentinas enfrentan un segundo semestre cargado de incertidumbre.