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Los efectos de la segregación en nuestra época

Por Orillas. Colectivo de Psicoanálisis (*). Se entiende por segregación el hecho de separar y marginar a una persona o a un grupo de personas por motivos sociales, políticos, raciales o culturales.

¿Por qué hablamos de segregación en Orillas?
El proceso de globalización trajo consigo cierta ilusión, fantasía, de un “todos iguales”, que se manifiesta en el consumo, en la adhesión niveladora de las marcas, de las imágenes idealizadas de los cuerpos y las formas. Sin duda la publicidad cumple un papel fundamental en ello. El consumo en todas sus formas, muchas veces compulsivas, produce una nivelación a partir de la oferta masiva; un “para todos lo mismo” que no da lugar a la singularidad y a lo distinto de cada uno. Esto que no tiene lugar, que es segregado, trae aparejado síntomas y sufrimiento.

¿Cuáles son los efectos de la segregación?
La segregación supone una negación de la diferencia. Cuando lo diferente no solo se niega sino que se rechaza, surgen los discursos de odio que tanto proliferan en la actualidad. Ya no se trata de sostener las discrepancias sino de eliminar todo lo que queda por fuera del propio ideal, por fuera de la homogeneización a la que tiende la cultura. En el texto: “Nota sobre el padre”, Jaques Lacan lo menciona en estos términos “…pienso que lo que caracteriza nuestro siglo, y no podemos dejar de percibirlo, es una segregación ramificada, acentuada, que se entremezcla en todos los niveles y que multiplica cada vez más las barreras.”

Entre los efectos que produce la segregación en esta época mencionemos el bullying. Se trata de un fenómeno social que genera preocupación e impotencia para quienes tienen que abordarlo en las instituciones escolares. Este modo de acoso escolar pretende segregar lo diferente, haciendo uso de la burla para degradar al otro. Cualquier rasgo puede ser usado para ridiculizar al excluido y encontrar así una satisfacción en el odio y en la agresión.

La violencia puede ser otra consecuencia de la segregación; notemos que, ante la dificultad o imposibilidad de hacer uso de la palabra, se suele recurrir al acto violento como un modo de reducir o eliminar la diferencia con el otro. Entre uno y otro no funciona el orden simbólico que regula el lazo social.

Queremos destacar la importancia de la palabra, de poder conversar sobre lo que nos enoja del otro en un intento de comprender que aquello que enoja muchas veces tiene que ver con algo propio.

La otra apuesta del psicoanálisis es conmover algo de la posición de quien se identifica con ese objeto rechazado, despreciado, para poder responder de otro modo a lo que le está pasando, ya que esto puede afectar diferentes aspectos de su vida.

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