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Papa Francisco: cómo afecta el diagnóstico de bronquiectasias

El Papa Francisco se encuentra actualmente bajo tratamiento por una infección respiratoria, según informó el Vaticano. Los médicos han diagnosticado un cuadro de neumonía agravado por patologías previas, incluyendo «bronquiectasias y bronquitis asmática», lo que ha requerido la administración de antibióticos y corticoides.

Ante la preocupación por la salud del Sumo Pontífice, expertos en neumonología de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria hacen foco en la importancia de visibilizar las bronquiectasias, al tratarse de la tercera enfermedad inflamatoria crónica de la vía aérea, después del asma y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).

Se trata de una enfermedad crónica en la que los bronquios se dilatan de forma permanente. Esta dilatación se produce debido a la destrucción de las estructuras elásticas y musculares de las paredes bronquiales, generalmente como consecuencia de infecciones respiratorias recurrentes o inflamación crónica. «Es un círculo vicioso», explican los expertos, «ya que la dilatación de los bronquios dificulta la eliminación de las secreciones, lo que aumenta el riesgo de infecciones y, a su vez, empeora la dilatación».

Pueden afectar a personas de cualquier edad, pero son más frecuentes en adultos mayores. Además, se sabe que el Papa Francisco tuvo una infección pulmonar en su juventud que requirió intervención médica, lo que podría haber contribuido al desarrollo de esta condición.

Existen dos grandes grupos de pacientes con bronquiectasias: aquellos con fibrosis quística, una enfermedad genética, y aquellos con bronquiectasias no fibroquísticas, que son las más comunes.

Las causas de las bronquiectasias no fibroquísticas son variadas e incluyen secuelas de infecciones pulmonares como la tuberculosis, inmunodeficiencias, EPOC, asma bronquial y enfermedades del tejido conectivo como la artritis reumatoide.

Los síntomas más frecuentes son tos crónica con producción abundante de flema, infecciones respiratorias frecuentes, tos con sangre, dificultad para respirar y síntomas relacionados con la causa subyacente.

El diagnóstico de bronquiectasias se realiza mediante una tomografía de tórax de alta resolución. El tratamiento se centra en controlar las infecciones existentes, prevenir futuras infecciones mediante vacunas y otras medidas, aliviar la obstrucción de las vías respiratorias y tratar la causa subyacente. 

Independientemente del tipo de bronquiectasias, los expertos enfatizan la importancia del manejo multidisciplinario de esta patología, que incluye la intervención de kinesiólogos para el drenaje de secreciones y la rehabilitación respiratoria.

El pronóstico de las bronquiectasias ha mejorado significativamente en los últimos años gracias a los avances en el tratamiento. Con un manejo adecuado, la mayoría de las personas pueden llevar una vida con buena calidad. La mejor manera de prevenir las bronquiectasias es evitar las infecciones respiratorias y, en caso de contraerlas, tratarlas adecuadamente.

En el mundo hay diversos países que tiene su registro de bronquiectasias. En la Argentina, solo existe un registro de pacientes con bronquiectasias por fibrosis quística, pero no hay registros de bronquiectasias no fibroquísticas. Por este motivo, la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR) está llevando a cabo el Registro de Pacientes con Bronquiectasias no Fibroquísticas (ReBroAr), siendo el primer país de Latinoamérica en desarrollarlo, lo cual permitirá conocer mejor esta patología y mejorar el manejo de los pacientes.

Cada año, la AAMR escoge un tema central para realizar acciones de investigación, educación y políticas de salud y este año se está trabajando sobre bronquiectasias, una enfermedad que representa un desafío constante en la práctica neumonológica pero que, con el enfoque adecuado, es posible lograr un impacto positivo en la calidad de vida de quienes la padecen.

La elección de este tema no es casual. Hasta hace no mucho tiempo estaban incluidas dentro de las enfermedades huérfanas, subdiagnosticadas y olvidadas en la práctica médica. El diagnóstico temprano de las bronquiectasias es uno de los aspectos más críticos en el manejo de esta enfermedad ya que se genera un ciclo de infección, inflamación y daño estructural en los pulmones que, de no diagnosticarse a tiempo, puede llevar a un deterioro irreversible de la función respiratoria y afectar gravemente la calidad de vida de los pacientes. Este ciclo es progresivo y, a menudo, silencioso, por lo que reconocerla y tratarla en sus primeras etapas es fundamental.

  • Expertos en neumonología consultados: Dr. Miguel Penizzotto, coordinador del año AAMR Bronquiectasias y del Registro Argentino de Bronquiectasias junto al grupo de trabajo integrado por los Dres. Carlos Sebastián Wustten, Ana María Lopez, Ezequiel Barán, Vanesa Abrate y María Eugenia Alais.
  • Información oficial pública del Vaticano.

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