Día del Lector: regalan miles de poemas en todo el país

La Fundación El Libro y la SADE celebran el Día del Lector con una suelta de más de 300 mil poemas en todo el país. La acción será el sábado 24 de agosto, en homenaje al nacimiento de Borges, y se realizará en paralelo en cinco esquinas porteñas y casi 60 sedes de la SADE, en las que se repartirán postales con poemas de más de 250 escritores argentinos.

Este sábado 24 de agosto, las calles de Buenos Aires se llenarán de poesía en una celebración especial por el Día del Lector, que coincide con el aniversario número 125 del nacimiento de Jorge Luis Borges, uno de los escritores más emblemáticos de Argentina. En un esfuerzo conjunto, la Fundación El Libro y la Sociedad Argentina de Escritores (SADE), con el apoyo de Celulosa Argentina, han organizado una jornada llena de palabras y versos que resonarán en toda la ciudad.

De 10 a 18 horas, quienes transiten por algunas de las esquinas más concurridas de Buenos Aires recibirán un obsequio muy especial: postales con poemas de autores argentinos consagrados y contemporáneos. En total, se repartirán más de 300 mil postales en todo el país, una oportunidad única para llevarse un pedacito de literatura a casa y redescubrir el placer de leer.

Los puntos de encuentro para esta acción poética son: Santa Fe y Callao, Corrientes y Florida, Cabildo y Juramento, San Juan y Boedo, y Plaza Flores. En cada una de estas esquinas, los transeúntes podrán encontrar fragmentos de la obra de gigantes literarios como Jorge Luis Borges, Alejandra Pizarnik, Julio Cortázar, Alfonsina Storni, Leopoldo Lugones y Silvina Ocampo, entre otros.

Además de los puntos capitalinos señalados, se repartirán poemas en las sedes de la SADE en todo el país. En la región será en la sede de SADE Zona Norte, en Martínez.

¿Qué mejor manera de honrar a Borges que sumergirse en la poesía, una de sus grandes pasiones? Esta iniciativa no solo celebra su legado, sino que también invita a todos los argentinos a conectar con la riqueza literaria del país. Así que este sábado, si se cruza con un poema en la calle, tómelo como una invitación a detenerte, respirar hondo y dejarte llevar por las palabras. Porque, como decía Borges, “siempre imaginé que el Paraíso sería algún tipo de biblioteca”.

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