Una comedia desopilante para repensar el amor
En «Terapia Despareja», el diván se transforma en escenario y las risas son el mejor antídoto para las crisis sentimentales. Eli y Martín Risotti, un matrimonio con años de historia compartida, atraviesan una de esas etapas en que el diálogo falla y el cariño se pone a prueba. Deciden entonces someterse a una terapia de pareja que, lejos de ofrecerles soluciones solemnes, desata un torrente de situaciones cotidianas tan desternillantes como reconocibles.
Cada sesión con la terapeuta –cuya función sería ordenar el caos– en realidad lo magnifica: reproches inocentes que terminan en confesiones embarazosas, malentendidos con aire épico y risas que brotan aún cuando duele recordar el porqué de la cita. “¿Cuántas sesiones necesitás para reconstruir el amor?” se pregunta la obra, y, entre carcajadas, nos deja la respuesta: quizá ninguna, o quizá todas, porque sanar juntos es un ejercicio de paciencia, humor y complicidad.
La tercera temporada de este fenómeno teatral recalará en diversos barrios bonaerenses para que nadie se quede sin su dosis de carcajadas, emoción y reflexión. El cronograma es el siguiente:
- Capital Federal: todos los jueves, Teatro Picadilly, Av. Corrientes 1524, CABA
- Olivos: todos los viernes, Teatro El Núcleo, Av. Maipú 3143.
- Castelar: viernes 4 de julio, Teatro Roberto Durán.
- San Isidro: domingo 6 de julio, Teatro Marín. Av. del Libertador 17.115.
- Valentín Alsina: viernes 11 de julio, Teatro Boulevard.
Protagonizan Valeria Romero y Mariano García Tobar bajo la dirección de Charlie Gerbaldo. El texto nació de la propia química actoral de Romero y García Tobar, con música original de Santiago Walsh y una escenografía diseñada por Martín Zara. Detrás de cámara, Alejandra López capturó la esencia en cada fotografía y Martín Costas plasmó su ingenio en el diseño gráfico, mientras que Mariela Ibáñez y Nicolás Mastromarino se encargan de que todo funcione a la perfección.
Para más detalles y novedades, sigue a la obra en Instagram: @terapia.despareja.la.obra. Una invitación a mirarnos al espejo, reírnos de nuestras propias contradicciones y, sobre todo, celebrar que el amor siempre tiene espacio para una nueva sesión.
