San Isidro

San Isidro se prepara para el cambio climático

El municipio de San Isidro finalizó un tramo importante de la construcción del desagüe pluvial aliviador Alto Perú, que se extiende a lo largo de 23 cuadras para agilizar y optimizar toda la red pluvial y evitar anegamientos.

“Es una obra hidráulica que planificamos hace mucho tiempo para combatir el cambio climático. Hoy tenemos la felicidad de completar una etapa fundamental que cubre la avenida Centenario, Uruguay, Río de la Plata y España. Lo que representa casi un 95 por ciento de los trabajos, que se traducen en una importante modernización y ampliación del sistema de drenaje y evacuación de excedentes pluviales”, señaló el intendente Gustavo Posse, luego de recorrer la zona del conducto principal ubicado en la Av. Centenario y España, en la localidad de Beccar.

Las tareas se concentraron en la excavación de pozos de ataque en forma manual y mecánica. Alcanzada la profundidad necesaria en cada uno (entre 4 y 12 metros), la excavación de los túneles se realizó en forma manual con el fin de evitar vibraciones que afecten a las viviendas y a la forestación existente.

El nuevo sistema permitirá sanear una superficie de 51,5 hectáreas y evacuar más de 4 millones de litros de agua por minuto.

Entre otros beneficios de esta obra se eliminarán los posibles anegamientos en los pasos bajo nivel del ferrocarril Mitre, y la dificultad de bombeo con el conducto funcionado a sección llena.

El cambio climático ha generado una serie de impactos significativos en los patrones meteorológicos, y uno de los fenómenos asociados a este cambio es el aumento de las precipitaciones. A medida que la temperatura global aumenta, la capacidad del aire para retener vapor de agua también se incrementa, lo que contribuye a un aumento en la intensidad y frecuencia de las lluvias.

El calentamiento global provoca cambios en la circulación atmosférica y en los patrones climáticos. Por un lado, se observa un aumento en la evaporación de los océanos, lo que significa una mayor disponibilidad de vapor de agua en la atmósfera. Por otro lado, las temperaturas más cálidas pueden intensificar la formación de sistemas meteorológicos, como tormentas y ciclones, que generan lluvias más copiosas.

Además del cambio climático, otro fenómeno que influye en las condiciones meteorológicas es La Niña, que es parte del fenómeno de El Niño-Oscilación del Sur (ENOS), y se caracteriza por temperaturas más frías de lo normal en la superficie del océano Pacífico ecuatorial. Este fenómeno tiene efectos significativos en los patrones climáticos a nivel mundial.

En el caso de La Niña, se asocia comúnmente con un aumento en las lluvias en algunas regiones y sequías en otras. En general, se observa un fortalecimiento de la temporada de huracanes en el Atlántico y un aumento en las precipitaciones en áreas como Australia y el sureste asiático. Sin embargo, los efectos específicos pueden variar según la región.

La combinación del cambio climático y La Niña puede potenciar los eventos climáticos extremos, como lluvias torrenciales, inundaciones y tormentas más intensas. Estos eventos tienen impactos significativos en la infraestructura, la agricultura y la seguridad de las comunidades.

Es crucial abordar estos desafíos implementando medidas de adaptación y mitigación. Esto incluye el desarrollo de infraestructuras resistentes al clima, como esta encarada por el municipio sanisidrense; también la promoción de prácticas agrícolas sostenibles y la adopción de políticas que reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero. Solo a través de un enfoque integral y colaborativo podremos enfrentar los desafíos derivados del cambio climático y fenómenos como La Niña, trabajando hacia un futuro más sostenible y resiliente.

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