412 jóvenes bonaerenses con más oportunidades educativas y laborales
Las niñas y adolescentes se enfrentan a barreras en la escuela, en sus familias y comunidades, que, desde temprana edad, les impiden desarrollar todo su potencial.
La mitad de las y los jóvenes de 19 años de los sectores más vulnerables no termina la escuela secundaria, y las mujeres menores de 29 años se ven afectadas por una tasa de desempleo tres veces mayor que las que tienen entre 30 y 64 años.
Este escenario se agrava por la carga de cuidados de hijas/os, familiares, personas adultas mayores o con discapacidad que deben afrontar muchas mujeres jóvenes para colaborar en la sostenibilidad de sus familias y, sobre todo, los hogares monomarentales más precarizados.
En este contexto, mejorar el acceso a oportunidades educativas y laborales que desarticulen los estereotipos de género tradicionales y promover la corresponsabilidad social de los cuidados, es crucial para el desarrollo humano en condiciones de igualdad.
Como respuesta, surgió Chicas con Futuro, un proyecto promovido por ONU Mujeres en Argentina y la Merck Family Foundation, que cuenta con el apoyo del Municipio de Ezeiza y la Fundación SES como socio implementador en el territorio. Su objetivo es acompañar y brindar formación y habilidades a adolescentes y jóvenes para su mejor inserción en el mundo del trabajo.
Según una encuesta realizada en el marco del proyecto, el 49% de las jóvenes participantes de Chicas con Futuro busca trabajo y más de un 65% está comprometida con el trabajo de cuidados no remunerado. Muchas abandonaron la escuela y quisieran retomarla, pero señalan como barreras el cuidado de familiares y las dificultades económicas para costear los estudios.
Por medio de esta iniciativa, 412 mujeres jóvenes (de 16 a 24 años) ampliaron sus conocimientos y oportunidades de desarrollo personal y profesional a través de 52 capacitaciones, actividades y visitas a establecimientos públicos, académicos y empresas.
“¡Cambió mi manera de pensar! Me hacen sentir que como mujer puedo fortalecerme y hacer cosas que antes no hacía. El 5 de febrero empecé a cursar la Tecnicatura en Higiene y Seguridad en la Universidad Provincial de Ezeiza”, explicó Tatiana Acevedo (20 años), una de las participantes de Chicas con Futuro.
A la hora de escoger qué estudiar, es fundamental que las adolescentes y jóvenes puedan formarse en sus áreas de interés.
“Aprendí la importancia de la realización personal, los propósitos, las metas y el manejo de la tecnología. Me brindaron herramientas y recursos necesarios para poder avanzar”, resalta Iliana Sánchez (24 años).
Las participantes tuvieron la oportunidad de visitar algunas universidades y centros donde poder estudiar. “La carrera que más me llamó la atención fue turismo. También me ayudaron cuando me tuve que inscribir y estoy muy agradecida”, finalizó Cecilia Mailén Flores (17 años).
Asimismo, otras jóvenes encontraron el camino para impulsar sus proyectos laborales. “Conocí a personas que me impulsaron a seguir insistiendo con mi emprendimiento, y quiénes me ayudaron a perder la timidez al hablar sobre el trabajo”, comenta Magalí Nolasco (17 años).
Otro de los impactos fue descubrir su verdadera vocación. “Estaba estudiando para contadora pública, pero me di cuenta de que no me gustaba. Me sirvió muchísimo venir a la Universidad Provincial de Ezeiza porque estaba buscando estudiar gestión aeroportuaria y acá me queda super cómodo, cerca de mi casa, me voy super contenta”, explica Luana Olguin (23 años).
Agustina Celeste Herrera (17 años) se dio cuenta de que quería estudiar algo relacionado con el servicio penitenciario. “Hoy fui a una exposición de la carrera y me terminó de convencer; me dijeron que estaban abiertas las inscripciones y me anoté. Quedé muy satisfecha».
Además, Chicas con Futuro contribuyó a incrementar la autonomía de estas mujeres jóvenes. “Me ayudó a darme cuenta de las habilidades que tengo y poder identificar las herramientas necesarias para desenvolvernos por nosotras mismas. Además de ver lo que requiere cada decisión, al poder manejar nuestros tiempos de ocio y estudios. Superó mis expectativas”, argumenta Malena Aquino (17 años).
También se logró mejorar la confianza y autoestima a la hora de tomar decisiones vitales. “Me ayudó a ser más segura y menos miedosa, aprender a no frustrarme cuando algo me salga mal”, comenta Danila Diaz (16 años).
Más mujeres en ciencia y tecnología
Una de las brechas más significativas se produce en el campo de las carreras STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas), donde solo el 35% de estudiantes son mujeres.
«Tenía una lista de 12 carreras (profesorados, ingeniería, software). Les dije que me gustaría estudiar audiovisión. No estaba segura, pero me terminaron convenciendo, me ayudaron a buscar qué universidad me gustaba y cuál me convenía por la lejanía”, enfatiza Micaela Flores.
Para promover el uso de tecnología, ONU Mujeres creó el curso “Potencia tu saber digital” en alianza con ADA -una organización sin fines de lucro que empodera a mujeres y feminidades a través de la tecnología- para fortalecer las habilidades digitales de las destinatarias del proyecto mediante becas educativas.
“Me fascinaron todas las clases, aprendí muchos conceptos sobre tecnología y lo más importante: aumentó mi motivación por ingresar al campo IT y contribuir a la reducción de la brecha de género. Quedé encantada con la sesión sobre los CV, plataformas donde encontrar empleo, como realizar una entrevista, datos relevantes sobre las feminidades en tecnología”, explica Mariángel Solano Mendoza (16 años).
“Aprendí funciones de la IA. Creo que esta formación tendrá un alto grado de utilidad en mi desarrollo profesional porque me sirve para la publicidad y manejo de mi emprendimiento”, reconoce Salomé Abraham (24 años).
Por su parte, Antonella Máximo (25 años) destaca que aprendió cómo usar aplicaciones y descubrió que le gustaría estudiar ciencia de datos, desarrollo de software o ciberseguridad.
En total, 20 participantes obtuvieron su certificación y dos lograron una beca completa para realizar un curso intensivo de Diseño UX/UI.
“Lograr esta beca podría ser un paso hacia adelante en mi carrera profesional y personal para poder especializarme en las áreas que me interesan. Sé que puedo llegar a contribuir positivamente», explica Luna Delgado, beneficiaria de la beca.
Mentorías: un acompañamiento clave para elegir un proyecto de vida
En cuanto a la instancia de la propuesta vinculada a la generación de oportunidades socioeducativas y laborales a través de la gestoría laboral y las mentorías, se realizaron ocho encuentros de formación e intercambio con 24 voluntarias/os de Merck Argentina.
“La actividad que más me gustó fue en la que nos enseñaron a armar un currículum, es importante para las que estamos empezando lo que es el mundo laboral”, subraya Sofía Acuña (17 años).
Durante tres meses, las participantes seleccionadas de Chicas con futuro mantuvieron encuentros quincenales con sus respectivos mentores.
Tamara Barrios (24 años) empezó a identificar sus fortalezas. “Soy buena en matemáticas y puedo estudiar un profesorado”.
Como resultado, 73 jóvenes orientaron su trayectoria educativa, iniciaron nuevos estudios o encontraron trabajo. «Estoy muy feliz de haber conseguido mi primer trabajo. Hoy firmé un contrato. Muchas gracias por la oportunidad», afirma Evelyn Medina (21 años).