La promesa del presidente Trump de utilizar “fuerza muy dura”
Ante los comentarios del presidente Trump de que se actuará con “fuerza muy dura” contra las protestas, Paul O’Brien, director ejecutivo de Amnistía Internacional Estados Unidos, ha hecho la siguiente declaración:
“Es un buen momento para recordar al presidente Trump que manifestarse es un derecho humano y que su gobierno tiene la obligación de respetar, proteger y realizar los derechos humanos a la libertad de expresión y de reunión pacífica, en lugar de reprimirlos.
La respuesta militarizada a las protestas, incluido el despliegue de la Guardia Nacional y los marines (miembros de la Fuerza Naval) en Los Ángeles, supone una escalada de las tensiones y un escalofriante avance de las nuevas violaciones de derechos humanos que podrían cometerse. Las fuerzas armadas estadounidenses no están preparadas ni equipadas para controlar a civiles, lo que aumenta el riesgo de fuerza excesiva, arrestos arbitrarios y otras violaciones de los derechos a la libertad de expresión y de reunión pacífica. El gobierno de Trump ya nos ha demostrado que utilizará cualquier instrumento del Estado —incluidos el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), la policía y las fuerzas armadas— para actuar contra inmigrantes, solicitantes de asilo y manifestantes, y contra cualquiera que se atreva a defender sus derechos.
El gobierno de Trump debe actuar con urgencia para detener la respuesta militarizada a las protestas. El cometido de cualquier servicio encargado de hacer cumplir la ley es facilitar —no restringir— las reuniones públicas pacíficas. Esto deben entenderlo claramente todos los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley que participen en las tareas de control de una reunión. Además, las fuerzas del orden no deben utilizar los actos violentos de algunos como excusa para restringir u obstaculizar que otras personas ejerzan su derecho humano a protestar pacíficamente.
Las protestas, ya sean contra el genocidio cometido por Israel en Gaza o contra los ataques implacables del gobierno de Trump a las comunidades inmigrantes, como las operaciones de registro del ICE caracterizadas por el uso de perfiles raciales, arrestos sin orden judicial y separación de familias, son un clamor urgente contra un patrón general de violaciones de derechos humanos: muerte y destrucción, deportaciones masivas, detenciones ilícitas, expulsiones a países con condiciones peligrosas, represión de la disidencia y negación del debido proceso.
No nos engañemos: la respuesta del presidente Trump a las protestas no tiene nada que ver con la seguridad pública. Es la forma en que este gobierno atiza el miedo y reprime la oposición. Enviando a la policía, el ICE o las fuerzas armadas a los barrios para acallar las voces que reclaman justicia y derechos humanos, el presidente Trump sigue enviando un mensaje claro e intimidatorio: la disidencia se castigará.
Gente de todo el país está mostrando solidaridad con las personas inmigrantes y plantando cara a estas prácticas autoritarias. Juntos, estamos haciendo una potente declaración: que los derechos humanos nos pertenecen a todos.”
Disponible online: https://www.amnestyusa.org/press-releases/president-trumps-promise-to-meet-protests-with-very-heavy-force-escalates-human-rights-violations-under-his-administration/