Provincia padece destrucción de empleo y recortes de Nación
La provincia de Buenos Aires vuelve a manifestar su preocupación por las consecuencias del rumbo económico adoptado por la administración nacional encabezada por Javier Milei. En esta ocasión, el ministro de Hacienda y Finanzas bonaerense, Pablo López, presentó cifras alarmantes que exponen el fuerte impacto de las políticas de ajuste impulsadas desde la Casa Rosada sobre el mercado laboral y los recursos fiscales provinciales.
El dato que encendió todas las alertas: desde que Javier Milei asumió la presidencia, cerca de 50 mil trabajadores bonaerenses con empleo formal en el sector privado, han quedado desempleados. Esto convierte a Buenos Aires en la jurisdicción más perjudicada del país, al concentrar el 40% del total de empleos destruidos a nivel nacional.
“El modelo recesivo que lleva adelante el Gobierno nacional continúa mostrando sus efectos más nocivos. Luego del piso alcanzado a mediados de 2024, los niveles de empleo registrado no lograron recuperarse y, ya en los primeros meses de 2025, volvieron a retroceder”, advirtió López a través de sus redes sociales.
Las cifras compartidas por el funcionario revelan que, desde diciembre de 2023, más de medio millón de puestos registrados se perdieron en todo el país. Solo dentro del empleo privado asalariado, el retroceso llegó a los 124.010 puestos, con la construcción y la industria manufacturera como los sectores más golpeados: entre ambos explican alrededor de 90 mil desvinculaciones.
Enero de 2025 marcó uno de los peores registros mensuales, con una baja combinada de 173.500 empleos, al incluir el ámbito público y privado. En Buenos Aires, la cifra acumulada entre noviembre de 2023 y el inicio de 2025 fue de 49.256 puestos formales menos, según datos ajustados por estacionalidad. El resto del país sumó otras 74.754 bajas en ese mismo período.
Un reparto desigual que ahoga a la provincia
Además de la crisis laboral, el Gobierno bonaerense denuncia una drástica caída en los recursos que recibe de Nación. En los primeros tres meses de 2025, la provincia obtuvo apenas $165.000 por habitante, es decir, menos del 40% del promedio nacional, lo que la ubica al fondo del ranking de distribución per cápita.
“La provincia de Buenos Aires, que aporta el 40% de los recursos tributarios del país, está recibiendo solo el 7% de los ingresos nacionales”, remarcó López, al tiempo que señaló que incluso la Ciudad Autónoma de Buenos Aires —un distrito de alta recaudación propia— recibió más fondos por habitante.
Según el ministro, este desequilibrio histórico se ha profundizado a partir de la eliminación de transferencias obligatorias y los recortes en la coparticipación por parte del Ejecutivo nacional.
Un esquema fiscal cada vez más restrictivo
Durante 2024, el gobierno de Axel Kicillof estima que perdió cerca de $4,5 billones en concepto de fondos recortados por Nación. A esto se suman otros $500.000 millones que dejaron de ingresar durante el primer trimestre de 2025. Esta merma compromete seriamente las finanzas provinciales y limita su capacidad de respuesta ante las crecientes demandas sociales.
En paralelo, crece la tensión con los sindicatos estatales, que reclaman aumentos salariales para compensar la pérdida de poder adquisitivo frente a la inflación y el ajuste del gasto.
Un modelo que, según la provincia, castiga a quienes producen
Desde la administración bonaerense señalan que las políticas del Gobierno nacional no sólo limitan la llegada de recursos sino que también atentan contra los sectores que generan trabajo y valor agregado. “Este esquema económico perjudica de forma directa a la estructura productiva de Buenos Aires y sus posibilidades de desarrollo”, subrayó López.
A poco más de un año del inicio del mandato presidencial, la realidad económica de la provincia más extensa y poblada del país contrasta con el relato de “orden fiscal” promovido por el oficialismo nacional. Y desde el gobierno de Kicillof advierten: sin una corrección en el rumbo, el deterioro económico y social seguirá profundizándose.