Hidrovía: al final, la licitación se cayó
Tal como lo venía advirtiendo en sucesivas notas publicadas por Prensa Chica, las irregularidades de las que adolecía el proceso licitatorio del dragado y balizamiento de la vía fluvial sobre el Paraná y el Paraguay, derivaron en objeciones de la Procuraduría de Investigaciones Administrativas y la anulación por parte del gobierno nacional.
Con la firma del ingeniero José Luis Medán, Ing. Naval y Mecánico UBA. Ex subsecretario de Marina Mercante. Ex director nacional de Construcciones Portuarias y Vías Navegables, Prensa Chica ha venido informando acerca de las irregularidades y peligros que implicaba la licitación de la Hidrovía, tal como estaba redactado el pliego licitatorio.
En la nota publicada en nuestra página web el 11 de diciembre pasado (https://prensachica.com.ar/actualidad/vnt-una-licitacion-que-condiciona-la-subsistencia-del-canal-costanero/), Medán señalaba: «Este pliego no tiene en cuenta el dragado de los puertos ni los canales de acceso a los puertos que sirve la VNT. Tampoco contempla la intervención de las provincias ribereñas en este llamado, ni algún tipo de gestión en el desarrollo de la concesión. Es similar al modelo de concesión por peaje del año 1995. Se mantiene la traza actual sin contemplar los daños provocados durante los últimos 30 años. Con las siguientes diferencias: la totalidad de las vías de acceso al río Paraná se otorgan a un solo operador, se modificaron las subsecciones de cobro de peaje, beneficiando a los cargaderos de granos de la zona de Rosario y perjudicando al puerto de La Plata».
Y agregaba: «Con esta licitación se elige a un solo concesionario para mantener todo como está en una primera etapa. Luego de elegido el concesionario, en una segunda y tercera etapa éste debería presentar los estudios de impacto ambiental para aumentar las profundidades, ya decididas en el pliego a 39 y 42 pies. Se desprende que los estudios de impacto ambiental y sustentabilidad de la obra se harán como justificación de la profundización ya establecidas en el pliego. No hay previsto un organismo de control. Como está planteada esta licitación, la empresa que tiene todas las posibilidades de ganarla es Jan de Nul (empresa belga) que tuvo la concesión por peaje desde 1995 al 2021 y desde 2021 opera por cuenta del Estado«.
Lo que Medán señalaba, en cuanto al «caballo del comisario», fue el motivo de las objeciones que tuvo el proceso licitatorio, solicitándose su «su suspensión inmediata, al considerar que los pliegos estaban «direccionados» por el gobierno para favorecer a la también belga Jan de Nul«. Lo paradójico es que esa objeción fue presentada formalmente -y desestimada por la Justicia en su momento, que consideró insuficiente el ofrecimiento de pruebas de la denunciante, como «para poder considerar la ilegalidad articulada en este caso»- por la también empresa belga Dredging Environment and Marine Engineering NV, que terminó siendo la única oferente. Sobre ésto, el vocero Adorni vio un intento de sabotaje del proceso licitatorio, en su afán de ver sabotajes por doquier: los sonidistas que cortan micrófonos, los enfermos que tosen, los cantantes de trap que hablan de derechos humanos y todo aquel que ose pensar distinto.
Sobre el particular, Adorni señaló: «Llama poderosamente la atención que, pese a haber más de 11 empresas inscriptas para participar, de haber recibido consultas y de saber que algunas compañías estaban preparando la documentación licitatoria para competir, solo se haya presentada una oferta«, recordando que hubo múltiples «impugnaciones» que serán investigadas por la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC) -previa verificación de que no haya caído bajo los efectos de la motosierra- y la justicia.
Claro que ahora habrá que ver la nueva redacción del pliego, y si corrige los errores de base que el mismo tenía. Ciertamente, el de base base es la entrega del manejo de la vía navegable fluvial principal del país, pero es impensado que este gobierno privatista y entreguista altere esta condición. Serán entonces los detalles técnicos los que deberán variar para que en una futura licitación las condiciones sean ecuánimes entre los participantes. Porque difícilmente se contemplen y antepongan los intereses del país sobre los negocios empresarios, por más que esté en juego la soberanía de la vía troncal por la que se enruta la mayor cantidad de exportaciones del país.