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Kicillof demuestra que hay otra forma

El gobernador Axel Kicillof presentó el informe de ejecución presupuestaria correspondiente al primer trimestre del año y celebró el superávit obtenido en las tres variables: económico, primario y financiero. Según el documento elaborado por el Ministerio de Economía, a cargo de Pablo López, la Provincia alcanzó un saldo positivo de $371.543 millones en el resultado económico, $324.855 millones en el primario y $6.140 millones en el financiero.

En el análisis, la gestión provincial remarcó que este desempeño se logró en un contexto adverso, marcado por la caída de la actividad económica y por la falta de acompañamiento legislativo a los proyectos de Presupuesto y Ley Fiscal Impositiva 2025. En ese marco, el Ejecutivo cargó contra el modelo nacional encabezado por Javier Milei, al que responsabiliza por la retracción productiva y la parálisis de obras financiadas por la Nación.

Los ingresos totales de la Provincia ascendieron a $7,4 billones, con una mejora real del 2,1% interanual. Dentro de este monto, los recursos tributarios representaron $5,6 billones y crecieron un 69,3% respecto al año anterior. El detalle muestra que los impuestos de origen bonaerense crecieron un 52,8%, mientras que los de origen nacional lo hicieron en un 92,2%, aunque desde un piso muy bajo debido al derrumbe de 2024.

En el plano provincial, Ingresos Brutos —el tributo más relevante— subió 46,8% interanual. También se destacaron el Impuesto de Sellos, con un salto del 154,6%, el Automotor (+53%), el Inmobiliario (+27,1%) y otros tributos (+77,9%). Sin embargo, la prórroga de la Ley Impositiva 2024 limitó la actualización de los impuestos patrimoniales, lo que, según el Ejecutivo, afectó los ingresos.

Del lado del gasto, la Provincia informó erogaciones por $7,4 billones, un 75,4% más que en 2024. Los gastos corrientes fueron $7 billones (+71,4%), mientras que los de capital alcanzaron $378.099 millones, con un crecimiento real del 84,5%. El gobierno resaltó que, pese al corte de transferencias nacionales, las obras públicas estratégicas como alcaidías y unidades penitenciarias continúan con financiamiento provincial.

Un apartado especial del informe estuvo dedicado al “factor Bahía Blanca”. El temporal que azotó a la ciudad el 7 de marzo generó un fuerte impacto presupuestario, con gastos extraordinarios en medicamentos, combustibles, alimentos y servicios para atender la emergencia. Según el reporte, estos desembolsos incidieron transversalmente en todos los ministerios, en particular Salud, Seguridad, Cultura y Educación.

En conclusión, la administración de Kicillof buscó mostrar orden fiscal y capacidad de gestión frente a un escenario de restricciones. El mensaje político fue claro: el superávit bonaerense contrasta con la recesión nacional y, pese a la falta de herramientas votadas por la Legislatura, la Provincia sostiene la obra pública y la asistencia social.

Fuente Página/12

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