Editorial: Invadidos por el plástico
Por Eduardo J. Bidegaray. Editor general Prensa Chica
La invasión de plásticos en nuestro planeta es una amenaza real; basta con mirar la isla de residuos plásticos en el océano Pacífico, que ya cubre 1,6 millones de km2. La producción anual de 500 millones de toneladas de plástico y la generación de un 900% más que en 1980, son señales de alarma. Si queremos preservar nuestro hogar planetario, cada uno de nosotros debe actuar.
El plástico se ha vuelto omnipresente: envases, productos de belleza, textiles, teléfonos móviles e incluso el chicle que masticamos, contienen plástico. Su presencia es abrumadora, pero la solución no es imposible. Cambiar el consumo de plásticos requiere no solo un cambio de hábitos, sino también de mentalidad.
Los plásticos se han convertido en un problema global, evidenciado por las medidas gubernamentales, como la prohibición de plásticos de un solo uso en Europa a partir de 2021. Para entender la magnitud, consideremos algunos datos clave: los océanos ya contienen más de 150 millones de toneladas de residuos plásticos. En 2050, los oceános podrían tener más plástico que peces.
Reducir el consumo de plásticos no es solo responsabilidad de los gobiernos, sino también de los consumidores. ¿Cómo? Evitando plásticos de un solo uso: pajitas y cubiertos desechables son cómodos, pero dañinos. Usando bolsas reutilzables al hacer la compra para reducir el uso de bolsas de plástico; comprando a granel para minimizar productos empaquetados. Cambiando los tuppers de plástico por los de vidrio. Reemplazando los accesorios y utensilios de cocina de plástico por los de madera o acero inoxidable; evitando cosméticos con microplásticos y optando por productos naturales y cepillos biodegradables. La enunciación puede ser muy extensa, pero estos ejemplos deben servir para darnos cuenta cuánto podemos hacer cada día para tender a una solución.
Ayudará también concienciar a amigos y familiares, así como reciclar correctamente, depositando plásticos en los contenedores adecuados para un reciclaje efectivo, que los municipios ofrecen.
Cada pequeño cambio en nuestros hábitos cotidianos contribuirá a la preservación del planeta. Juntos, podemos marcar la diferencia. ¡Es hora de actuar!
