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El Garrahan sigue en pie de lucha

Un nuevo escalón en el conflicto del Hospital Garrahan tuvo lugar este martes, cuando el personal decidió iniciar un paro de 48 horas que se extenderá hasta el jueves a las 7 de la mañana. La medida se puso en marcha a pesar del reciente anuncio oficial sobre la entrega de un bono extraordinario —de hasta $450.000 para el equipo asistencial y $350.000 para el personal administrativo— que el sindicato considera insuficiente frente a las demandas estructurales.

Desde ATE Garrahan describieron la suspensión de tareas como “un fruto de la lucha colectiva”, aunque advirtieron que la compensación anunciada no soluciona las falencias de fondo que atraviesa el sistema.

Reclamos y posición gremial

Alejandro Lipcovich, secretario general de ATE Garrahan, valoró que la decisión del directorio del hospital marque un giro respecto de posiciones previas, pero sostuvo con contundencia que esa medida “no alcanza”. Para el dirigente, solo la aplicación plena de una norma que incorpore aumentos sobre los básicos —y no aparatosos pagos transitorios— brindaría una respuesta duradera a las necesidades del plantel y garantizaría previsibilidad salarial.

Lipcovich también cuestionó los tiempos políticos: dijo que no esperarán el tratamiento en el Senado, previsto para el 2 de octubre, porque la urgencia de la situación ya es evidente. En su lectura, la discusión parlamentaria sobre los vetos presidenciales a la Ley de Emergencia Pediátrica y al financiamiento universitario no puede postergar soluciones inmediatas para el personal y para la atención pública.

Agenda de la protesta

Además del cese de actividades, la jornada de lucha incluye una serie de iniciativas dentro y fuera del hospital: hoy a las 10 tomarán la palabra familiares de pacientes; al mediodía está convocada una movilización barrial; a las 13.30 habrá un encuentro en Plaza de Mayo con la Comisión Interna del Banco Nación; y a las 21 se realizará un “ruidazo” masivo bajo la consigna “Garrahan y Universidad no se vetan”, en el que participarán estudiantes de la UBA.

La voluntad de mantener la visibilidad pública y de articular reclamos con otras organizaciones es un rasgo central de la protesta, que busca ampliar el reclamo más allá de los muros del hospital.

Contexto político y llamado a la movilización

La huelga llega en la antesala de la sesión en la Cámara alta que decidirá si se mantienen o se levantan los vetos presidenciales. En ese marco, Norma Lezana, secretaria general de la Asociación del Personal Técnico (APyT), anticipó una convocatoria masiva para el 2 de octubre: “Tenemos que superar lo que hicimos el miércoles pasado, ser un millón en toda la Argentina y que frente al Congreso la convocatoria se transforme en una verdadera fiesta popular, abrazando la salud de las infancias y la universidad pública”, afirmó.

Para los sindicatos y parte del movimiento estudiantil y social, la disputa no es solo por montos inmediatos: se dirime también una cuestión de prioridades políticas y de preservación de derechos laborales y del sistema público de salud y educación. En ese sentido, las próximas jornadas prometen ser una prueba de fuerza entre las demandas de los trabajadores y las respuestas —parciales o definitivas— que pueda ofrecer el Ejecutivo.

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