En la gestión Milei los servicios públicos aumentaron un 561%
Un estudio del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP) de la UBA-CONICET reveló que, entre diciembre de 2023 y junio de 2025, la canasta de servicios públicos en el Área Metropolitana de Buenos Aires se disparó un 561 %, en tanto que el índice general de precios creció un 150 %. Según el Observatorio de Tarifas y Subsidios del IIEP, en junio un hogar tipo del AMBA —sin contar subsidios— destinó $183.496 mensuales a energía, agua y transporte, un salto del 10,6 % frente a los $166.559 de mayo.
El desglose de junio muestra que el rubro transporte fue el que más empujó el incremento mensual: mientras el pasaje urbano subió por la fórmula IPC + 2 % (equivalente a un 4,8 %), los colectivos interjurisdiccionales aumentaron un 7 %, lo cual llevó el incremento ponderado del boleto al 5,8 %. A esto se sumó un nuevo ajuste en las tarifas de gas, con un alza del 3,5 % en el cargo fijo y 2,5 % en el variable, junto a un mayor consumo por la estacionalidad. La electricidad también registró aumentos en sus cuadros tarifarios —3,3 % el fijo y 2,8 % el variable— y un consumo superior al mes previo.
En el análisis interanual, el transporte acusó un alza del 63 % respecto a junio de 2024 y el agua subió un 39 %. Por su parte, la electricidad y el gas exhibieron variaciones más moderadas, de alrededor del 24 % cada una. De los 38 puntos porcentuales de aumento acumulado en un año, el transporte aportó 19, mientras que la energía eléctrica, el agua y el gas contribuyeron con 6 puntos cada uno.
Desde el arribo del gobierno de Javier Milei, el encarecimiento más severo se observó en el gas natural, con un incremento del 1.482 %, seguido por el transporte (729 %), el agua (343 %) y la electricidad (316 %). La investigación subraya que, en junio, la factura de servicios representó el 12,7 % del salario promedio registrado estimado para ese mes ($1.445.000). En particular, el gasto en transporte absorbió el 36 % del total destinado a servicios, debido en parte a los factores estacionales que impactan menos en los consumos de energía y agua.
Los autores del informe advierten que estos aumentos no son ajustes aislados, sino una acelerada transferencia de ingresos desde los hogares hacia las grandes empresas prestatarias. En un contexto donde los trabajadores destinan la mayor parte de sus ingresos al pago de servicios y transporte, este fenómeno profundiza la presión sobre los bolsillos y reduce la capacidad de consumo de las familias.