Saqueo al bolsillo de los argentinos
El peso de los servicios básicos en los ingresos de las familias bonaerenses sigue en ascenso y deteriora el poder adquisitivo de los salarios. De acuerdo con un informe del CONICET, en diciembre de 2024 el consumo de electricidad, gas y agua se redujo un 4,1% en comparación con noviembre del mismo año. Esto refleja cómo el ajuste tarifario empuja a los hogares a restringir el uso de estos servicios esenciales.
En febrero de 2025, un hogar promedio del conurbano sin subsidios debió destinar en promedio $136.104 para cubrir gastos de energía, transporte y agua potable, lo que implica un aumento del 82% respecto a febrero del año anterior. Sin embargo, en comparación con enero de 2025, la canasta de servicios públicos se redujo un 6%, impulsada principalmente por una baja del 15% en el consumo de electricidad.
Desde la asunción de Javier Milei, las empresas que operan en los sectores de energía, agua y transporte han aplicado incrementos acumulados del 401% en el AMBA en un período de 15 meses (de diciembre de 2023 a febrero de 2025). En contraste, el nivel general de precios subió un 127% en ese mismo período. Dentro de esta escalada tarifaria, el gas natural aumentó un 573%, el agua un 311%, la electricidad un 43% y el transporte un 37%.
Mientras los trabajadores enfrentan costos cada vez más elevados, las empresas del sector han visto sus ganancias crecer más de un 500%. Esto evidencia que la rentabilidad de estos grupos económicos se sostiene sobre la extracción de recursos de los sectores populares. En este escenario, cobra relevancia el debate sobre la necesidad de una estrategia política que priorice el interés colectivo y ponga freno al avance de la concentración económica.