Volvió a caer la actividad económica y el consumo
Un reciente análisis del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) ha puesto de manifiesto la profunda contracción de la actividad económica en el país, que sufrió una disminución del 3,8% en comparación con el año anterior durante el mes de agosto. Sectores clave como la construcción, el comercio y la industria han visto acentuarse su recesión, lo que plantea serias interrogantes sobre el rumbo económico del país.
El uso de la capacidad instalada se situó en un 61,3%, un dato que, aunque ligeramente mejor que meses previos, revela un descenso considerable respecto a agosto de 2023. En particular, las industrias que experimentaron mayores pérdidas incluyen los minerales no metálicos, que están estrechamente relacionados con la construcción, así como la industria automotriz, la producción de papel y cartón, y las metálicas básicas.
En contraste, las actividades primarias mostraron un desempeño positivo, destacándose la pesca con un crecimiento del 17,1%, seguida de la explotación de minas y canteras con un aumento del 6%, y la agricultura con un incremento del 4,5%. Este fenómeno sugiere un modelo económico que se apoya en la producción primaria, pero sin una estrategia clara para revitalizar los sectores más representativos de la economía nacional, es difícil vislumbrar una recuperación sostenible.
El sector de la construcción se desplomó un 18%, mientras que el comercio, tanto mayorista como minorista, cayó un 7,9%, y la industria manufacturera un 6,7%. Estas cifras reflejan las graves implicaciones que tiene el modelo primarizador implementado por el actual gobierno en el empleo. Con muchas empresas utilizando solo una fracción de su capacidad operativa y otras cerrando sus puertas, se han perdido más de 260,000 empleos registrados en un periodo que abarca desde noviembre de 2023 hasta julio de este año, según el Centro de Estudios para la Producción (CEPA).
Para evaluar si la economía está comenzando a recuperarse, es crucial observar el comportamiento del consumo, la construcción y la industria. Sin embargo, los últimos informes de la Unión Industrial Argentina (UIA) y la consultora Scentia apuntan a un estancamiento significativo. En agosto, la producción industrial se contrajo un 7,4% interanual, y un 0,9% en relación al mes anterior, con empresarios manifestando preocupación por el impacto negativo de la apertura comercial impulsada por el gobierno de Javier Milei.
Desde junio de 2023, la actividad industrial ha estado en descenso, acumulando un total de 15 meses de caídas, seis de ellos bajo el gobierno de Alberto Fernández y los restantes bajo la administración actual. Si esta tendencia persiste, se prevé que se alcancen niveles récord de contracción hacia finales del año.
El consumo también refleja esta crisis. Según Scentia, el gasto en bienes de consumo masivo se redujo un alarmante 19,8% interanual en septiembre. Las caídas fueron especialmente severas en hipermercados (21,2%), comercios de cercanía (23,5%), farmacias (11,2%) y quioscos (16,6%). La única excepción fue el comercio en línea, que experimentó un ligero crecimiento del 6,8%, aunque sigue representando un segmento menor del consumo total.
Por último, las ventas mayoristas se desplomaron un 26,1% en septiembre, una cifra que subraya la gravedad de la situación económica actual. En resumen, los datos presentan un panorama desalentador que requiere atención urgente y un replanteamiento de las políticas económicas si se desea revertir esta tendencia y fomentar un futuro más estable.
Foto: Diario de Arousa