La ley ómnibus de Milei puede ser el cierre de muchas librerías
La Ley 25.542 de precio uniforme de venta al público y de Defensa de la Actividad Librera, ha sido un pilar fundamental en la protección y promoción del entorno cultural y editorial en Argentina. Sin embargo, la posibilidad de su derogación plantea una serie de preocupaciones que van más allá de la aparente libertad de fijar precios. Analicemos por qué esta ley es crucial y los riesgos asociados con su eliminación
La premisa central de la ley es clara: al establecer un precio único para todos los puntos de venta, se incentiva la competencia basada en la calidad del servicio, la atención al público y la selección de libros, en lugar de centrarse en descuentos basados en el poder económico de grandes jugadores. Las librerías, consideradas espacios fundamentales de la vida cultural, desempeñan un papel crucial en la cadena de valor del libro.
Un error común es creer que la derogación de la ley conducirá a una reducción de los precios de venta al público. Sin embargo, experiencias en otros países han demostrado lo contrario. En lugar de beneficiar a los consumidores, la eliminación de la ley a menudo lleva a ofertas iniciales por parte de grandes jugadores, que, al monopolizar el mercado, retiran descuentos y aumentan los precios a mediano plazo.
La desaparición de la ley podría favorecer a los jugadores de mayor tamaño, que obtienen grandes descuentos al principio al comprar en volumen. Sin competencia fuerte, estos jugadores pueden retirar esos descuentos y fijar tarifas más altas. Este ciclo ha ocurrido en diversos países, afectando negativamente a las librerías independientes y, en consecuencia, a las pequeñas editoriales.
Países que promueven el libro como bien cultural esencial, como España y Argentina, cuentan con leyes de precio fijo y una red sólida de librerías independientes. Este entramado es esencial para preservar la bibliodiversidad y garantizar la presencia de libros más allá de los más vendidos.
Países con mercados editoriales diversificados, como Alemania, Corea del Sur, España, Italia, Japón y México, han alcanzado un consenso generalizado sobre la protección de las pequeñas y medianas librerías. En Argentina, la amplia mayoría está a favor de la Ley de Defensa de la Actividad Librera.
El cierre de librerías independientes conduce a la desaparición de puntos de venta para pequeñas editoriales. A medida que las librerías cierran, también lo hacen las editoriales más pequeñas, amenazando la bibliodiversidad y la oferta cultural diversa.
Las compras a gran escala tienden a favorecer libros de mayor rotación, perjudicando la exposición de obras menos comerciales. Esta falta de diversidad en la exhibición no solo limita la elección del consumidor, sino que también disminuye la rentabilidad de los negocios centrados en la venta de libros menos conocidos.
La derogación de la Ley de Defensa de la Actividad Librera no solo afectaría los precios de los libros, sino que también tendría consecuencias significativas en la diversidad cultural, la vitalidad de las librerías independientes y la preservación de la rica bibliodiversidad. Los legisladores deberán prestar mucha atención en considerar todos estos aspectos antes de tomar decisiones que podrían cambiar el panorama cultural y literario del país.