Siguen los cortes de luz en el Delta del Tigre
La situación de emergencia que atraviesan los habitantes del Delta de Tigre a raíz de los cortes de luz generados por la última tormenta del 17 de diciembre es un reflejo de la desidia de Edenor, con la falta de respuesta efectiva. La denuncia de los isleños, que han pasado nueve días sin energía eléctrica, revela una problemática estructural que afecta la calidad de vida de 16.000 habitantes. Hoy harían una presentación formal ante el municipio, para encontrar mayor respaldo a sus reclamos.
Daniel Bracamonte, referente de la organización isleña del Movimiento De Raíz, destaca la falta de inversión de Edenor en la isla, a pesar de que los residentes pagan tarifas comparables a las del continente. La revelación de cables con hasta 80 años de antigüedad pone de manifiesto la negligencia de la empresa concesionaria en mantener una infraestructura eléctrica segura y eficiente.
El impacto de la tormenta no se limita a la interrupción del suministro eléctrico; también ha causado daños materiales significativos a hogares de personas humildes. La falta de respuestas evidencia una carencia en la planificación y ejecución de medidas preventivas, así como en la gestión de crisis.
El Ente Nacional Regulador de la Electricidad informó que 367 usuarios están afectados en la primera sección del Delta. La falta de comunicación por parte de Edenor, que no ha respondido a las consultas, demuestra una vez más la falta de transparencia y responsabilidad de la empresa frente a sus usuarios.
Las declaraciones de las fuentes municipales, señalaron que colaboran con Edenor y que las tareas pueden extenderse varias semanas.
La propuesta de formar un Comité de Crisis conjunto entre la comuna, Edenor y los vecinos es una medida urgente y necesaria. Este comité debería encargarse de planificar reparaciones, identificar zonas prioritarias, y garantizar la asistencia a los residentes más afectados. La negativa del municipio a asumir un papel activo en la solución del problema es inaceptable y demuestra una falta de empatía con las necesidades de la comunidad.
En conclusión, la crisis energética en el Delta de Tigre revela una combinación de factores, desde la falta de inversión de Edenor hasta la falta de planificación adecuada de una respuesta ante crisis provocadas por factores climáticos que, como se anticipa, serán recurrentes este verano. La respuesta a esta situación exige una acción inmediata y coordinada entre todos los actores involucrados para garantizar el restablecimiento del suministro eléctrico y la asistencia a los afectados. La falta de acción solo prolonga el sufrimiento de una comunidad que merece respuestas y soluciones efectivas.